Los equipos de rescate barajan la opción de enseñar a bucear a los niños atrapados en la cueva de Tailandia
- "Llevar a no buceadores a través de una cueva es extremadamente peligroso", advierten los expertos
- Los equipos de rescate están tendiendo cuerdas fijas bajo el agua para ayudar
- Varios soldados liderados por un médico militar ya acompañan a los niños atrapados
Los equipos de rescate continúan con los trabajos para intentar evacuar a los 12 niños y a su monitor atrapados en una cueva inundada en Mae Sai, Tailandia, desde el pasado 23 de junio. Las autoridades tailandesas ya han adelantado que las labores pueden prolongarse hasta cuatro meses.
Uno de los buceadores que participan en la operación describe este trabajo como "agotador". Ben Reymenants, de nacionalidad belga y especialista en espeleología subacuática, explica que "se trata de un sistema extremo de cuevas, de alrededor de nueve kilómetros de longitud, con un sistema muy complejo de túneles". "El Ejército tailandés no está especializado en el buceo en cuevas, así que nos estamos turnando con el equipo británico para tender cuerdas fijas. Dos kilómetros y medio dentro de los túneles, abriendo el camino hacia la estancia donde se encuentran los chicos", continúa detallando.
Reymenants ha señalado que para llegar hasta la cámara donde está atrapado el grupo han utilizado un mapa confeccionado hace 30 años por espeleólogos franceses, al que un espeleólogo británico posteriormente realizó correcciones.
El grupo se encuentra en una cavidad a gran distancia de la entrada y el recorrido exige atravesar zonas inundadas por las fuertes lluvias que han arreciado la región de Chiang Rai, en la que se encuentra la gruta, en plena época de monzones.
Inundaciones a lo largo de la cueva
El principal problema para llevar a cabo la evacuación son los numerosos y estrechos pasadizos inundados a lo largo de la cueva, que presenta frecuentes cambios de nivel. Estas circunstancias hacen que sea muy peligroso evacuar a los menores. Una de las opciones que barajan es que los niños y su entrenador aprendan a bucear, aunque los expertos advierten de la peligrosidad de esta forma de evacuación y por ello piden que se lleve a cabo como último recurso.
"Tratar de llevar a no buceadores a través de la cueva es una de las de las situaciones más peligrosas posibles, incluso si es relativamente fácil", apunta Anmar Mirza, uno de los voluntarios internacionales que ha liderado la misión.
Entrenamiento mínimo de tres días
En este sentido, Andrew Watson, del Servicio de Rescate en Minas británico, explica que "el entrenamiento mínimo indispensable para usar el aparato de respiración sería de tres días. Pero estos niños entrarán en un ambiente donde el agua, el movimiento, la turbiedad y las distancias son extremas. Por lo que creo que seguramente haya que emplear muchos más días en su entrenamiento antes de estar seguros de poder sacarlos así".
"Además, se trata de 13 personas que reaccionarán de manera diferente, por lo que todos requerirán de un nivel diferente de entrenamiento y tendrían que ser evaluados individualmente antes de intentar sacarlos por sus propios medios usando su propio equipo de buceo", añade.
"Se trata de los integrantes de un equipo de fútbol, y si han conseguido mantener su forma física, eso obviamente es un aspecto muy positivo", continúa Watson, "pero en lo negativo, han estado nueve días sin comer, así que pasará algo de tiempo hasta que recuperen sus fuerzas y nos aseguremos de que están lo suficientemente en forma como para soportar los rigores que van a tener que afrontar bajo el agua".
Extracción del agua con bombas
Los equipos de salvamento están utilizando 20 bombas para extraer el agua en las partes más anegadas, pero con escaso éxito: el nivel de la inundación cambia frecuentemente y se espera que aumente en los próximos días, con la llegada de un nuevo frente de precipitaciones.
Sobre este aspecto, Andrew Watson opina que "el bombeo de grandes volúmenes de agua no debería suponer un gran problema. Pero hay que controlar el lugar hacia dónde viertes el agua bombeada. Además, el agua de esta cueva tiene sólidos, y hay que asegurarse de obtener el tipo correcto de bomba para realizar el trabajo".
"Logísticamente, es algo muy complicado, pero sería la manera ideal para rebajar el nivel del agua y rescatar a los trece atrapados. Se trata de una situación muy difícil para los rescatadores".
Una de las opciones que manejan las autoridades es esperar hasta que las lluvias remitan y el agua descienda de manera natural, pero esta opción podría llevar meses, ya que la temporada de monzones no finaliza hasta octubre en la región de Chiang Rai.
Un grupo de diez soldados liderados por un médico militar acompaña desde las últimas horas a los doce niños y su monitor atrapados, según han informado fuentes oficiales.