Trump llega a Reino Unido para negociar la futura alianza tras el 'Brexit' entre fuertes protestas
- El presidente estadounidense viaja por primera vez a Reino Unido para reunirse con May, la reina y hombres de negocio
- Resta importancia a las protestas organizadas contra su presencia: "Creo que les gusto mucho"
Satisfecho tras conseguir en la cumbre de la OTAN en Bruselas que los miembros de la Alianza claudiquen ante sus presiones y se comprometan a aumentar su gasto militar, Donald Trump y la primera dama, Melania Trump, han aterrizado en Londres para su primera "visita de trabajo" en el país, apoyada solo por la mitad de los británicos y con varias protestas ciudadanas programadas.
El presidente estadounidense acude a invitación de la primera ministra británica, Theresa May, que pretende reforzar la "relación especial" que mantienen los dos países en un momento delicado para su liderazgo tras las dimisiones de los titulares de Exteriores y Brexit y con la posibilidad cada vez más cerca de no alcanzar un acuerdo con Bruselas para el divorcio británico.
"No hay ninguna alianza tan fuerte como la relación especial que tenemos con Estados Unidos y no habrá alianza más importante en los próximos años", ha dicho May a través de un comunicado en la víspera de la llegada de Trump. Su objetivo, negociar el principio de un acuerdo comercial entre los dos países que sirva para fortalecer los vínculos del Reino Unido posbrexit.
La agenda de los próximos cuatro días estára marcada por el encuentro con la reina Isabel II y la reunión con varios políticos y empresarios británicos, si bien no tiene carácter oficial y el presidente no acudirá ni a Downing Street ni al palacio de Buckingham. El presidente, que tildó el lunes el escenario político británico de "agitado" y opinó que "está en manos del pueblo que May siga como primera ministra", no descarta reunirse con su amigo, el dimitido Boris Johnson, con quien comparte el apoyo al Brexit duro.
Política internacional, negocios y té con la reina
Trump visitará este jueves el Palacio Blenheim, el lugar de nacimiento del ex primer ministro británico Winston Churchill, donde cenará con May, su gabinete y unos 100 empresarios de compañías como el grupo Blackstone, Blackrock, McLaren o Arup.
El viernes, los dos líderes se reunirán a puerta cerrada en Chequers, la residencia campestre de la primera ministra. Allí conversarán sobre las relaciones con Rusia, el comercio, la situación en Oriente Medio -May apoyó en abril el bombardeo a Siria pese a las críticas del Parlamento- y el Brexit . Con respecto a la relación con Rusia, May ha dado la bienvenida a la cumbre entre Trump y Putin prevista para el próximo lunes, que podría ayudar a poner sobre la mesa la "actividad maligna" del Kremlin.
Cabe recordar que las relaciones diplomáticas entre Londres y Moscú se encuentran en su peor punto tras la crisis desatada por el crisisenvenenamiento del exespía ruso Sergei Skripal y su hija Yulia, empeorada por el contagio de dos ciudadanos británicos la pasada semana, uno de los cuales falleció. Al partir de Washington a bordo del Air Force One, Trump describió su reunión con Putin como "lo más fácil" de su itinerario en su gira europea.
Después, compartirá un té con la reina Isabel II en el castillo de Windsor y de allí partirá a Escocia para visitar sus dos campos de golf.
Un bebé gigante contra Trump
Pero no todo van a ser bienvenidas en la isla: el 77% de británicos tiene una mala opinión de Trump y solo la mitad apoya el viaje, según una encuesta de YouGov publicada el miércoles. De hecho, la visita se ha demorado un año, después de que May fuera la primera líder internacional en visitar al inquilino de la Casa Blanca.
Los ciudadanos han organizado para el viernes una serie de protestas por todo el país contra la visita del presidente, con 60.000 firmas para acudir a la manifestación en Londres, aunque el mandatario permanecerá ajeno a las consignas en su contra. Allí, con el permiso del alcalde musulmán, Sadiq Khan, un grupo de activistas lanzará un globo gigante con un bebé naranja con la intención de ironizar sobre el comportamiento político de Trump.
Preguntado acerca de las propuestas en Bruselas, Trump ha restado importancia al subrayar que le parecen "bien" porque "siempre las hay" y ha insistido en que muchos británicos le apoyan. "Creo que le gusto mucho a la gente en Reino Unido, están de acuerdo conmigo en inmigración y por eso votaron a favor del Brexit", ha señalado.
Los británicos llevan meses protestando contra la visita del presidente por su veto migratorio "antimusulmán" y su "racismo". Además, se ha lanzado una campaña para llevar la canción American Idiot al número 1 en las listas musicales de Reino Unido.
Entretanto, la embajada estadounidense ha levantado una gran valla en torno al edificio donde Trump dormirá este jueves y ha enviado una alerta a los americanos en Londres para que mantengan un perfil bajo en caso de que las protestas se tornen violentas. Además, todos los agentes policiales trabajarán durante el fin de semana para garantizar la seguridad.