El Gobierno y Unidos Podemos alcanzan un preacuerdo para evitar el veto del Senado a los objetivos de déficit
- El principio de acuerdo abre la posibilidad de que la formación morada apoye los Presupuestos Generales para 2019
- También pactan eliminar el copago farmacéutico y subir las pensiones en igual medida que el IPC
El Gobierno y Unidos Podemos han alcanzado un preacuerdo para acabar con el veto sobre los objetivos de déficit público y el techo de gasto presupuestario del que disfruta hasta ahora el Senado, una de las condiciones exigidas por la formación morada para apoyar en el Parlamento la senda de estabilidad presupuestaria para los próximos tres años y los propios presupuestos de 2019.
La eliminación del veto se realizaría mediante la modificación de la Ley de Estabilidad Presupuestaria aprobada en 2012 por acuerdo entre el PSOE y el PP, que establece que tanto los objetivos de déficit como el techo de gasto deben ratificarse en el Congreso y el Senado. Pero al contrario de lo que ocurre con otras tramitaciones parlamentarias, no se fija su vuelta al Congreso tras su paso por la Cámara Alta, un trámite que permite levantar el eventual veto del Senado.
Echenique: "Última palanca de poder del PP sobre los presupuestos"
El acercamiento se ha producido en la primera reunión sobre asuntos presupuestarios celebrada este miércoles por la tarde entre la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, y una delegación de Unidos Podemos encabezada por el secretario de Organización de Podemos, Pablo Echenique.
"Se elimina así la última palanca de poder que le queda al PP referente a los Presupuestos Generales del Estado, que es la posibilidad de vetar la senda de déficit (...) con una mayoría absoluta espuria que no se corresponde con la fuerza electoral del PP", ha anunciado Echenique en declaraciones remitidas a los medios de comunicación al terminar la reunión de esta noche con el Gobierno.
Echenique ha explicado que la reforma se hará lo antes posible porque tiene que ser anterior a la llegada de nuevo al Congreso de la senda de estabilidad para el periodo 2019-2021, que fue rechazada en julio por esa misma Cámara y que el Gobierno tiene previsto aprobar sin cambios en el Consejo de Ministros del viernes.
El secretario de Organización de la formación morada ha reconocido este jueves que no hay posibilidad de que el Gobierno renegocie con Bruselas el objetivo de déficit público para 2019 (1,8 % del PIB), tal y como exigía Podemos para apoyar la senda de estabilidad presupuestaria del Gobierno.
“No hemos conseguido que el Gobierno asuma una actitud más valiente y progresista“
"No hemos conseguido que el Gobierno asuma una actitud más valiente y progresista. Intentaremos que igualmente se puedan llevar a cabo políticas públicas. Vamos a poner todo nuestro empeño en ello", ha dicho Echenique en declaraciones a La Sexta, donde ha explicado que Podemos deja esta reivindicación a un lado para dar prioridad a los otros puntos de encuentro con el Gobierno.
No obstante, el Ejecutivo no se ha pronunciado sobre los detalles de ese principio de acuerdo, anunciado por Echenique, que tampoco ha especificado si esa modificación sería suficiente para que su formación apoye las cuentas del año que viene.
Eliminación del copago y actualización de pensiones con el IPC
También ha trascendido el principio de acuerdo para la eliminación del copago farmacéutico y la subida de las pensiones con el IPC en 2018 y 2019. Para este año, este acuerdo supondría el abono de una paga única a comienzos de 2019 que compense la desviación de la subida de las pensiones de este año respecto a la inflación.
"Somos relativamente optimistas con este punto. Es fundamental que la gente de nuestro país note los acuerdos en sus hospitales, escuelas y en sus bolsillos", ha señalado Echenique.
No obstante, también ha advertido que todavía quedan muchas medidas por detallar, como las relativas a la dependencia, la educación, la sanidad, las políticas sociales de los ayuntamientos y la propia sostenibilidad del sistema de pensiones.
Así, los puntos en los que ya existiría un posible acuerdo con Unidos Podemos serían la negociación de las medidas fiscales ya avanzadas por el Gobierno, como la creación de impuestos específicos a la banca y los gigantes tecnológicos, el establecimiento de un tipo mínimo en el Impuesto de Sociedades y la flexibilización de la regla de gasto para comunidades y ayuntamientos.
Puntos de desacuerdo
Paralelamente a las propuestas de Podemos que estudia el Ministerio de Hacienda, el Ejecutivo ya ha anunciado que no suprimirá las deducciones fiscales para los planes de pensiones privados y ni incrementará el tipo marginal del IRPF para las rentas más altas, que solicitaba Unidos Podemos.
Tampoco se suprimirán las sociedades de inversión de capital variable (sicav), en contra de lo publicado este miércoles por algunos medios de comunicación, que lo presentaban como una concesión del Gobierno a Podemos, algo que el Ministerio de Hacienda ha desmentido.
Fuentes del Ministerio de Hacienda, que ha "intensificado" los contactos con los grupos parlamentarios, han explicado a EFE que la meta del Gobierno ahora mismo es intentar recabar el respaldo necesario para que los objetivos de déficit de las Administraciones Públicas renegociados con Bruselas sean aprobados en el Congreso en las próximas semanas.
Es el paso previo a la búsqueda de apoyos a los Presupuestos Generales del Estado para 2019, que Hacienda está preparando aún con objetivo de déficit vigente para la Administración Central (0,3% del PIB), consciente de que, aunque su propuesta -que eleva esa cifra y otorga más margen de gasto- consiga pasar el trámite en el Congreso, puede ser tumbada en el Senado con la mayoría absoluta del PP.
Entretanto, la senda de estabilidad con los nuevos objetivos de déficit renegociados con Bruselas ha sido aprobada en el Consejo de Política Fiscal y Financiera celebrado este miércoles, donde ha vuelto a contar con la oposición de cinco comunidades gobernadas por el PP y Canarias, mientras que han votado a favor las siete comunidades socialistas -incluida la Comunidad Valenciana, que se abstuvo en la reunión previa de julio- y Cantabria.