'Mujercitas': la versión más feminista del clásico entre la realidad y la ficción
- Greta Gerwig dirige esta nueva adaptación de la novela de Louise May Alcott
- La cinta, protagonizada por Saoirse Ronan, suma seis nominaciones a los Oscar
Meg, Jo, Amy y Beth March no necesitan presentación. Son las hermanas más célebres de la literatura y como un efecto cascada del cine: el clásico Mujercitas de Louise May Alcott, publicado en 1868, acumula hasta ocho versiones en la gran pantalla.
La última en sumarse al ‘ránking’ es Greta Gerwig (Lady Bird). La directora no cejó- tras múltiples peripecias- hasta adaptar el guión y situarse a los mandos de una historia que le fascinaba, ha señalado, porque “cada generación debe tener su Mujercitas".
El resto lo apuntaló el magnetismo del libro: Meryl Streep se unió al proyecto y la realizadora, con el aval del éxito de Lady Bird que le situó a las puertas del Oscar en 2018, reunió un reparto de relumbrón con Saoirse Ronan, su actriz fetiche, Laura Dern, Emma Watson, Timothée Chalamet o Florence Pough.
La vuelta de tuerca de Greta Gerwig, que saca a flote el subtexto más feminista de la novela de Alcott, suma seis nominaciones a los Oscar 2020, entre ellas, la de mejor película, mejor actriz protagonista para Ronan, actriz secundaria (Florence Pugh), guión adaptado, banda sonora original y vestuario.
Gerwig no ha obtenido candidatura en la dirección entre las críticas a la escasa presencia de mujeres, un año más, entre las nominadas a los premios de la Academia de Hollywood. Algo que sí consiguió hace dos ediciones cuando se convirtió en la quinta directora aspirante a un Oscar en la historia de los galardones.
Saoirse Ronan borda el papel de la rebelde Jo
El tránsito iniciático de la adolescencia a la edad adulta de las hermanas en Nueva Inglaterra tras la Guerra de Secesión de EE.UU., ha calado en varias generaciones de lectoras desde hace dos siglos.
Y ha caminado un paso más allá: el personaje de la revolucionaria Jo, aspirante a escritora, determinada y rebelde, se convirtió en heroína de numerosas mujeres artistas como Simone de Beauvoir. J.K. Rowling o cantautoras como Patti Smith que prologó una edición aludiendo a la huella personal que le causó la más revolucionaria de las March (interpretada en la película por Saoirse Ronan).
“De ella aprendí que el arte no se produce solo soñando, sino a través de la disciplina, la dedicación firme y segura, y la voluntad de aceptar y crecer a partir de las críticas...”, alabó Smith.
La historia de Alcott se asienta en las convenciones, con líneas rojas que no podían ser traspasadas en el siglo XIX, pero entrevera cargas de profundidad, inéditas para una novela juvenil, que conectan con el presente: léase entre líneas la tensión entre maternidad y realización personal o puntadas sobre la libertad sexual de las mujeres.
Pura "subversión" sumergida en una especie de biopic de la propia autora, que sufrió en sus carnes la pobreza y el rechazo a sus aspiraciones creativas.
Greta Gerwig se apoya en este metafeminismo, en el que buceó rescatando escritos personales de Alcott, y moderniza su adaptación con continuos flashbacks que muestran la evolución de los personajes: cuatro niñas-mujeres artistas, ambiciosas y valientes que, a su manera, escogen su propio destino pero determinado bajo el yugo de las penurias económicas.
Lo único que chirría en esta versión es la repetición machacona del alegato contra el matrimonio como contrato mercantilista y única salida “digna” para las mujeres, en una época en la que solo podían aspirar a ser madres y esposas.
Una cárcel social que rechaza la audacia de Josephine, en su lucha por convertirse en escritora. Un viaje plasmado en imágenes poéticas sobre el paso del tiempo (las escenas de la playa parecen pintadas por el mismo Sorolla), la sororidad o la búsqueda de la felicidad- y sus renuncias- que conectará con todo tipo de público.
La victoria moral de Louise May Alcott
Y un acercamiento casi simbiótico entre ficción y realidad en una triple conexión porque Jo es un trasunto de la propia Alcott y de Gerwig que valora la historia como una suerte de autobiografía. Representa la frustración por el techo de cristal para las mujeres artistas y el carácter “mercenario”, en palabras de la autora, que imprimen las leyes del mercado.
Para Jo reserva el guión las frases y escenas más memorables en un alto porcentaje de fidelidad al libro original. Como el diálogo entre la joven y su editor, que le recomienda que case a la protagonista de su libro o que la mate porque para el público no es concebible que una mujer triunfe.
En Mujercitas sobresale el trabajo de Saoirse Ronan que borda el papel de la frágil/fuerte Jo. La actriz ya firmó una actuación reseñable en Lady Bird en lo que parece una dupla infalible con Greta Gerwig. Ronan suena como una de las favoritas en la pugna por el Oscar.
Y atención al final, que la directora sella (de forma muy personal) con un guiño-homenaje a Louise May Alcott con sabor a victoria moral: la escritora consiguió publicar la novela, basada en su infancia itinerante con sus tres hermanas hasta recalar en Massachussets. Gracias a su éxito súbito sacó a su familia de la miseria pero jamás se casó ni tuvo hijos fiel a sus principios.