Rebeca Gyumi, la 'influencer' que empodera a las niñas de Tanzania para alejarlas del matrimonio infantil
- La ONU ha reconocido su labor con el Premio de Derechos Humanos de Naciones Unidas
- Trabaja en seis regiones que tradicionalmente han tenido una tasa más alta de matrimonio infantil
Rebeca Gyumi nació en 1986 en Dodoma, Tanzania, y es abogada de profesión. Si buscas en internet el nombre de Rebeca Gyumi, te queda claro al momento que el objetivo de esta mujer es empoderar a las niñas de su país a través de la educación. Si pinchas en su vídeos, descubrirás que sigue siendo un personaje desconocido para el gran público. Apenas unas pocas miles de visitas, cuando en realidad es una influencer en toda regla para las niñas y jóvenes de su país.
En 2016, cuando solo tenía 30 años, Gyumi consiguió que el Tribunal Supremo de Tanzania declarara inconstitucional la Ley del Matrimonio de 1971, que permitía casar a las niñas con solo 14 años, mientras que la edad mínima para los niños era de 18 años. Rebeca decidió impugnar esa ley porque veía claro que era el gran obstáculo para que muchas adolescentes completaran su educación Había visto a demasiadas abandonar sus estudios para casarse. Eso, además, daba lugar a otros problemas como un aumento de la mortalidad maternal e infantil en los embarazos y partos de adolescentes.
"Una mujer, una bici"
Su organización Iniciativa Msichana, muchacha en suajili, trabaja en seis regiones tanzanas; las que tradicionalmente han tenido una tasa más alta de matrimonio infantil. Abolida ya la ley, queda todavía una gran labor: facilitar el acceso a la educación a las niñas de las formas más diversas. Por ejemplo, con la campaña “One girl, one bike”, "Una mujer, una bici" en castellano, para que puedan ir al colegio aquellas que viven más lejos. O con incentivos a las familias, que reciben una cabra u otro medio de sustento a cambio de que su hija siga estudiando. Pequeños trueques que pueden cambiar la vida de muchas niñas y, a la larga, la mentalidad del país.
Msichana también trabaja por la educación sexual de las jóvenes tanzanas, en el quinto país con más contagios por VIH. En 2018 Rebeca Gyumi recibió el Premio de Derechos Humanos de las Naciones Unidas y, al recogerlo, en Nueva York, explicó que toda su labor surge de una sencilla evidencia empírica: “Entre los muchos problemas de índole general que afectan a los jóvenes en mi país, de los cuales me ocupé, los de las muchachas eran siempre más numerosos y urgentes”.