Razia Sultana, la activista de las mujeres rohinyás que han sufrido violaciones
- La activista abandonó su despacho para prestar ayuda a las mujeres que huían de la guerra
- Documenta, con su ONG, las atrocidades y violaciones que han sufrido las mujeres de esta etnia apátrida
Razia Sultana es una abogada y activista que lucha para rescatar y ayudar a mujeres y niñas rohinyás que han sufrido violaciones y abusos sexuales.
Denuncia la violencia contra las mujeres de esta etnia apátrida que huyeron en 2017 de la ofensiva del Ejército birmano. Con su ONG, Rohingya Women Welfare, brinda apoyo a las supervivientes de violencia sexual en los campos de Bangladesh y ha documentado decenas de historias de mujeres refugiadas.
Esta abogada nos cuenta historias de la gente a la que ha visto llegar desesperada desde el otro lado de la frontera. Llorando. Asustados. Hambrientos. Heridos. Embarazadas. Mujeres varadas "en tierra de nadie". Huyendo sin parar de la violenta campaña desatada por el Ejército de Myanmar contra la población rohinyá el 25 de agosto de 2017, que provocó el éxodo de más de 700.000 personas al vecino Bangladesh y fue calificada por la ONU de "limpieza étnica de manual".
Sultana abandonó la comodidad de su despacho para prestar ayuda a las mujeres que huían del estado de Rakine, en Birmania, para documentar violaciones masivas, fosas comunes y represión de esta minoría musulmana por parte de los budistas radicales birmanos. Además, fue seleccionada para representar a la sociedad civil en el Consejo de Seguridad de la ONU para debatir sobre la violencia sexual en los conflictos.
En 2016, comenzó a recabar los testimonios de mujeres que se marcharon de Myanmar tras sufrir violencia sexual o la pérdida de sus maridos y sus hijos. Se centró en el trabajo con las mujeres porque asegura que han sido las más afectadas por la violencia contra los rohinyás. Con su ONG brinda apoyo en los campamentos de Cox's Bazar a las mujeres supervivientes para luchar contra el trauma.
Desde entonces, ha conocido de primera mano y documentado las historias de mujeres y niñas refugiadas en Bangladesh que ha llevado al Consejo de Seguridad de la ONU. Historias que coinciden con las numerosas denuncias de violaciones a escala masiva por parte del Ejército birmano lanzadas por ONG internacionales y expertos de Naciones Unidas. El resultado son dos informes: 'Testigo del horror', de 2017, y 'La violencia sexual como arma contra los rohinyá', publicado el año pasado.