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Ruiz-Mateos: el primer fenómeno viral

El intento de robo del botafumeiro de Santiago y otras seis cosas que no sabías sobre Ruiz-Mateos

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Siete cosas que no sabías sobre José María Ruiz-Mateos
Siete cosas que no sabías sobre José María Ruiz-Mateos

José María Ruiz-Mateos es recordado por presentarse disfrazado de Superman en la puerta de los juzgados y el puñetazo que le propinó al exministro Miguel Boyer, pero tuvo una vida llena de peculiaridades menos conocidas que no hacen otra cosa que confirmar lo que ya sabíamos: era todo un personaje. ¿Sabías que tenía un ‘guionista’ para llevar a cabo sus acciones contra el gobierno por la expropiación de su holding, Rumasa? ¿Y que intentó que Mel Gibson dirigiera una película sobre la Virgen María? Te contamos siete cosas que seguramente no sabías sobre el empresario de la abeja.

No te pierdas los cuatro episodios de la serie documental original de RTVE Play Ruiz-Mateos: el primer fenómeno viral.

Tenía un guionista para la ‘guerrilla’

Después de que el gobierno de Felipe González le expropiara su imperio Rumasa en 1983, José María Ruiz-Mateos emprendió una batalla para protestar por lo que él creyó que había sido una tropelía y evitar que cayera en el olvido. Se centró principalmente en el por entonces ministro de Economía, Hacienda y Comercio, Miguel Boyer, y lo definió como la ‘guerrilla’: “Un grupo de hombres fieles, siempre a su servicio, que estaban dispuestos a colaborar en esas ‘travesuras’ contra el clan de Boyer sin escatimar esfuerzos”, según lo describe el periodista y escritor Juan Luis Galiacho en su libro Isabel y Miguel. 50 años de historia de España.

José María Ruiz-Mateos, durante el juicio por el 'caso Ibercorp'

José María Ruiz-Mateos, durante el juicio por el 'caso Ibercorp', ataviado con un traje de chulapo y varias pancartas. EFE

Esas “travesuras” que tanto dieron que hablar a la prensa no eran espontáneas, el empresario tenía un ideólogo principal que planificaba las acciones meticulosamente: Javier Sáinz Moreno. Profesor titular jubilado de Derecho Financiero y Tributario en la Universidad Autónoma de Madrid, especialista del mundo del circo y un gran estudioso del Cantar de Mio Cid, fue la mente pensante de míticos espectáculos como el del disfraz de Superman o el sonado puñetazo a Boyer al grito de “¡que te pego, leche!”.

Aunque Galiacho afirma que Sáinz Moreno cobraba 100.000 pesetas al mes por sus servicios, en una entrevista a RTVE Digital el profesor sostiene que jamás recibió ningún pago. Cuenta que conoció a Ruiz-Mateos después de la expropiación y que le gustaba pasar tiempo con él por todo lo que le contaba de lo que ocurría en el mundo de las finanzas en España: “Hemos seguido siendo amigos toda la vida, y me interesaba tanto que jamás le cobré”, asegura.

Entre los ‘guerrilleros’ también se encontraba uno de los abogados de Ruiz-Mateos, Joaquín Yvancos Muñiz, los empresarios Jesús Solana y Carlos Manzano Salom, su chófer y escolta -además de espía-, Víctor de la Cruz, y su secretaria personal por entonces, Pino Riesco Manrique de Lara. Además, el empresario contaba con colaboradores temporales que Sáinz Moreno define como “kamikazes”: “Había que lanzarse ahí en picado, pasara lo que pasara”. Normalmente eran simpatizantes de Ruiz-Mateos que se acercaban a él y aceptaban ayudarle en sus acciones. Según el particular guionista, tampoco cobraban, pero al unirse a las aventuras del roteño disfrutaban de todo tipo de lujos, como hoteles de cinco estrellas y caros restaurantes.

Intentó robar el botafumeiro de la catedral de Santiago de Compostela

Suena a ficción y, de haber salido bien, todo el mundo habría hablado de ello como lo hizo de la fuga de la Audiencia Nacional. Pero, según contó Víctor de la Cruz en el programa Hora punta en 2017, el plan de robar el botafumeiro de la catedral de Santiago se quedó solo en un intento. Al parecer, ese día visitaban el templo el rey y todo el gobierno, así que era una ocasión perfecta para, una vez más, llamar la atención y salir en la prensa. De la Cruz explicó a Javier Cárdenas que estuvieron una semana yendo todos los días para observar los horarios del enorme incensario y que pensaban llevárselo en un coche, pero no pudieron cumplir la misión porque, después de haber sido usado, “está al rojo vivo” y es imposible tocarlo.

El ideólogo principal de la ‘guerrilla’, Javier Sáinz Moreno, confirma la historia: “El botafumeiro, después de hacerlo botar en Santiago de Compostela, lo llevaban a una dependencia de la catedral y lo dejaban allí, lo abandonaban, sin vigilancia ni nada. Y si no nos lo llevamos fue porque había estado con el incienso y quemaba terriblemente. No lo pudimos agarrar”.

Conocía el romance de Miguel Boyer e Isabel Preysler antes de que se hiciera público

Aunque el romance de Miguel Boyer e Isabel Preysler se confirmó en 1986, José María Ruiz-Mateos conocía de primera mano los encuentros de la pareja desde hacía años. Ambos estaban casados, él con la ginecóloga Elena Arnedo y ella con el marqués de Griñón, así que se convirtieron en la comidilla de la prensa rosa. En sus primeras escapadas la pareja iba al Hotel Los Galgos, que había sido propiedad del empresario antes de la expropiación de su holding. Los empleados, que anteriormente habían trabajado para Rumasa, le contaban todo lo que allí sucedía a Ruiz-Mateos.

Miguel Boyer e Isabel Presyler con su hija, Ana Boyer
Miguel Boyer e Isabel Presyler con su hija, Ana Boyer

Miguel Boyer e Isabel Presyler con su hija, Ana Boyer

Debido a su relación, Isabel Preysler se convirtió también en uno de los objetivos principales de su ‘guerrilla’. Entre otras acciones, Ruiz-Mateos filtró los planos de la nueva mansión de la pareja, bautizada como Villa Meona por sus trece cuartos de baño. La ostentosa vivienda, que también tenía cuarenta y cuatro habitaciones, tres cocinas y casetas para los perros con calefacción solar, entre otros lujos, avergonzó al felipismo.

Quiso que Mel Gibson dirigiera una película sobre la Virgen María

Impactado con el filme La Pasión de Cristo, y debido a su gran vocación religiosa, Ruiz-Mateos quiso producir uno igual, también dirigido por Mel Gibson, pero sobre la Virgen María. Le encargó las gestiones a una de sus nueras, Cristina Figueroa, quien, a través de contactos en los Legionarios de Cristo, consiguió ir al Vaticano para hacer la propuesta y que les ayudaran a contactar con el cineasta.

José María Ruiz-Mateos, en la boda de su hijo Pablo con Mara Castillo Lapetra, en la iglesia de Santa María de Canaá, en Pozuelo de Alarcón. EFE

Finalmente los Ruiz-Mateos contactaron con Gibson mediante una carta en la que le contaban quiénes eran -expropiación de Rumasa incluida- y lo que querían hacer. Contrataron al mismo guionista y estaban dispuestos a gastar todo el dinero necesario, conformándose únicamente con recuperar lo invertido, pero no consiguieron convencer al director.

La abeja era su “animalito más preciado”

Consciente de la importancia de la imagen de su holding, José María Ruiz-Mateos buscó un símbolo que lo identificara. Se fijó en la abeja, “el animalito más preciado”, según contó en una entrevista en TV Tarancón en 1995, “porque es obrera, trabajadora, no es avariciosa, fabrica para los demás, tiene método, orden, disciplina, construye; también hace el almíbar, que conecta con el Jerez”. Asimismo, destacó la figura de la abeja reina que, “naturalmente”, no era él, sino “la Virgen del Perpetuo Socorro”, patrona de Rumasa y Nueva Rumasa, por la que sentía una especial devoción. Sáinz Moreno recuerda que al empresario no le gustaban tanto las hormigas porque decía que eran “más antipáticas”.

La abeja era el logo distintivo de las empresas de José María Ruiz-Mateos

La abeja era el logo distintivo de las empresas de José María Ruiz-Mateos

La abeja, extinguida con Rumasa y resucitada junto a Nueva Rumasa, se convirtió así en el símbolo que más identificaba a los Ruiz-Mateos. Estaba presente en todas sus empresas, incluido el Rayo Vallecano, que la incorporó como mascota y la llamó Pica Pica.

Tenía vocación de banquero desde pequeño

Rumasa tenía 22 bancos con los que financiaba sus más de 700 empresas. José María Ruiz-Mateos comenzó comprando pequeñas entidades financieras en Andalucía y después le surgió la oportunidad de comprar bancos en crisis. El roteño empezó a ser consciente de la importancia de contar con crédito para los negocios siendo muy pequeño, al ver a su padre “sufrir” cuando tenía que pagar sus letras: “Era un cumplidor perfecto de sus obligaciones como empresario”, le contó a Jesús Quintero en el programa ‘El vagamundo’, de Radio y Televisión de Andalucía, en el año 2000. “Tenía que cumplir, tenía que atender sus obligaciones. Esto era prodigioso y maravilloso. (Sentía) una admiración inmensa por ese padre en su honradez”, recordó en la entrevista. El sufrimiento de Zoilo Ruiz-Mateos Camacho le hizo pensar que tenía que “inventar algo”: “Por eso, esa afición a la banca; hay que estar por dentro, no por fuera”, le explicó a Quintero.

Rumasa amplía actividades

En 1969, Ruiz-Mateos contaba ya con 34 empresas que desarrollaban actividades en 14 líneas productivas. Además gana en 1975 el litigio contra Ruiz Manzano por la exclusividad en el Registro de la Propiedad Industrial del nombre de Rumasa. noticias

Así, ya con 12 años creó su propia “banca”, llamada Jomaruma. Consistía en una caja de madera con un candado oxidado y unos cáncamos, donde metía el dinero de las pagas que les daban a sus hermanos y sus amigos. “Incluso yo les daba créditos a ellos, con unas pólizas que hacía a máquina. Pero no fue bien, porque yo siempre les respetaba la devolución del dinero y, sin embargo, cuando daba un crédito, eso nunca lo cobraba”, contó el empresario en TV Tarancón.

Quería ser aristócrata

Está claro que a José María Ruiz-Mateos le encantaba el poder, y lo quería en todas las formas posibles. Además de levantar el holding Rumasa, que llegó a suponer un 1,8% del producto interior bruto de España, el empresario quería ser aristócrata, así que se dedicó a comprar títulos para él y sus hijos. “A cada hijo le consiguió un título nobiliario. Él era marqués de Olivara. Los compraba todos en la República de San Marino”, asegura Sáinz Moreno. Por vía materna, era hidalgo del Ilustre Solar de Tejada. También quiso ser de la Orden de Calatrava, pero no pudo por su octavo apellido, Camacho, el cual, según afirma el profesor, “es gitano”: “Los hijos sí pudieron serlo porque claro, al ser hijos suyos, ya tenían ocho apellidos que no eran gitanos”, explica.

José María Ruiz Mateos y su esposa, María Teresa Rivero, en 1986 rodeados de sus trece hijos y sus dos nietos

José María Ruiz Mateos y su esposa, María Teresa Rivero, en 1986 rodeados de sus trece hijos (Socorro, Zoilo, Begoña, Patricia, Rocío, Almudena, José María, Paloma, Alfonso, Pablo, Javier, Nuria y Alvaro ) y sus dos nietos junto a un Belén en su residencia de Madrid. EFE/rba

Según cuenta Juan Luis Galiacho en su libro, también era marqués de Montemayor y marqués de Campo Nublo, pero la posesión de estos títulos, al igual que el marquesado de Olivara, fue "puesta en duda por los expertos en genealogía".

No satisfecho con poseer títulos nobiliarios, Ruiz-Mateos anhelaba reconocimientos que trascendieran lo terrenal. Así, intentó que beatificaran a su padre: “Le dio mucho dinero al Vaticano”, cuenta el profesor. “Le trató de beatificar hasta el último momento. Para esas cosas, conseguir un título nobiliario, una beatificación, sí daba dinero. Él gastaba mucho en esas cosas”, añade.

Disfruta de Ruiz-Mateos: el primer fenómeno viral, una serie documental original de la plataforma de contenidos y directos de RTVE. También puedes ver gratuitamente otros contenidos originales, como Edelweiss, Susana y el sexo o Grasa.