Guillermo Rojo: "Si queremos que la especie humana sobreviva, hay que pensar de manera global"

Guillermo, ¿hay que estar hecho de “otra pasta” para ser astronauta?

En principio no. Es verdad que hay que estar enfocado. Es completamente vocacional, hay que conocer y evaluar siempre los riesgos. Siempre quise ser astronauta desde pequeño. Lo que pasa es que quizás tenía aparcado ese sueño dadas las circunstancias, ya que en Europa las convocatorias salen de mucho en mucho y los perfiles que se seleccionaban antes eran desde el ámbito militar o ámbitos muy técnicos en ingeniería, etc. Nunca pensé que una convocatoria tan abierta como esta pudiera ser posible.

¿Qué peso han tenido las películas de ciencia ficción para querer ser astronauta?

Creo que un gran peso. Las películas de ciencia ficción que se han ido desarrollando a lo largo de la historia son películas que muestran la parte más ficticia de los viajes espaciales, pero también muestran muchas cosas que son reales. Dejan volar la imaginación que es lo que da rienda suelta a la creación de los sueños. Al final estas películas han tenido una repercusión importante en que uno de mis sueños fuese ser astronauta.

¿Por qué crees que ahora se buscan más astronautas y con perfiles más variados?

La Agencia Espacial Europea está apostando por su programa Human Space Flight, de vuelos espaciales tripulados, junto con otras agencias. Como estamos viendo, hay una disrupción en el ámbito espacial con nuevos lanzadores reutilizables, lo que hace mucho más accesible el espacio y esto fomenta que haya vuelos más recurrentes. Por tanto, se necesitan más astronautas. Esto, a su vez, también permite que esos perfiles sean más variados.

A priori, no necesitan del todo de conocimientos profundos en el área técnica, porque la propia agencia se encarga de formarte. Al final, desde que persona es seleccionada hasta que puede viajar en una misión y vuela, pueden pasar cuatro o cinco años. Esto era lo que ocurría anteriormente, pero con la nueva remesa de astronautas habrá astronautas que estén entre 7 y 10 años formándose antes de viajar a su primer vuelo espacial.

¿De todas las pruebas de selección, cuál crees que es la más difícil?

El proceso es complicado. Hay que seleccionar muy bien los perfiles. De todas las pruebas de selección, aunque no lo parezca, la primera fase, en la que presentas tu candidatura, es la más dura ya que se descartan el 90% de los candidatos.

“mi objetivo más grande es poder ayudar a que el ser humano se establezca en otras partes que no sean la Tierra“

Esa primera fase es muy importante porque no da tiempo a que el tribunal te conozca. Por lo tanto, hay gente que no puede jugar sus cartas a priori y que probablemente en fases posteriores podría hacerlo muy bien y serían muy competentes. Yo creo que esa es la parte más difícil. Lo demás es ser tú, dejarte llevar y sobre todo, no intentar fingir algo que no eres, que sea un proceso completamente transparente.

Sabes que es una carrera de fondo, y a lo mejor el resultado no es el deseado, ¿cómo lidias con esto?

Efectivamente, es una carrera de fondo y aunque el proceso es largo, merece la pena apostar por ello. En el caso de no ser seleccionado, pues la verdad es que no pasa nada, porque mi objetivo más grande es poder ayudar a que el ser humano se establezca en otras partes que no sean la Tierra. Es un sueño bonito. En cualquier caso, más adelante seguro que hay oportunidades para ser astronauta si no con la ESA, a nivel comercial con empresas privadas, con otro tipo de misiones. Ahora se va a democratizar bastante el espacio.

Trabajas en varias misiones, ¿en qué consiste tu trabajo?

Sí, actualmente trabajo en varias misiones como preparador físico para la Austrian Space Forum y Agencia Espacial Israelí.

Generalmente mi trabajo consiste en realizar una evaluación de la condición física de cada uno de los participantes de la misión. Se establece un plan de acción, un protocolo de entrenamiento, para equilibrar sus componentes con el objetivo de prevenir lesiones, o patologías, o eventos inesperados a nivel físico que se puedan desarrollar en la misión.

¿Por qué es tan importante la forma física en un astronauta?

Es muy importante para que el cuerpo se adapte a un entorno de microgravedad. El entrenamiento físico facilita que cuando vuelve el astronauta a la Tierra sea capaz de tener una vida medianamente normal: pueda desplazarse, andar, correr, mantenerse en pie, realizar tareas cotidianas. Eso lo permite, entre otras cosas, el entrenamiento, junto a la nutrición, la farmacología ...

¿Qué tipo de entrenamiento debe hacer un astronauta?

La forma física de un astronauta siempre debería ser equilibrada. De nada sirve que una persona, un astronauta, sea extremadamente fuerte si luego no es capaz de tener un buen rango de movimiento o una buena movilidad, o no tiene una función cardiovascular desarrollada a niveles normales. Por tanto, se busca siempre un equilibrio para poder prevenir las lesiones y potenciar el rendimiento.

Por tanto, la forma física del astronauta tiene que ser equilibrada y tiene que ser buena por encima de la media de lo que se espera para su edad. Actualmente se combina entrenamiento cardiovascular con el entrenamiento de la fuerza.

Tú compites como atleta de élite en atletismo, ¿cuántas estrategias psicológicas de este deporte se pueden aplicar a la preparación física y psicológica de un astronauta?

Las estrategias que se pueden aplicar son muchas. A nivel psicológico, el deporte de alto nivel tiene una cosa inherente: tienes que hacer frente a escenarios de máxima exigencia física y máxima presión psicológica.

Cuando compito, la exigencia física es extremadamente alta, pero ya más que entrenar el físico, lo que entrenas es a nivel psicológico para ser capaz de sufrir más. Al final nuestro límite antes que en el cuerpo, está en la cabeza. Siempre te vas a parar o siempre vas a bajar la intensidad por tu cabeza, más que por tu cuerpo.

Además, en las carreras trabajo en escenarios de máxima exigencia psicológica, porque tenemos que hacer frente a competiciones internacionales donde nos jugamos todo en un momento muy concreto. No tenemos más oportunidades en una carrera de 400 metros, corres, lo haces, y ya está.

Todo esto tiene su trascendencia, por supuesto, en el ámbito del espacio. Al final los astronautas tienen que saber lidiar con situaciones de emergencia, donde te juegas todo el desarrollo de una misión. En un momento concreto tienes que ser capaz de gestionar el estrés, gestionar altas cargas de trabajo, gestionar muchas cosas a la vez de manera racional, sobre todo.

¿El deporte en el espacio debe ser obligación o solo ocio?

Esta pregunta que has hecho debería ser al revés: ¿El deporte en el espacio debe ser ocio o sólo obligación? En el espacio siempre el deporte o la actividad física, mejor dicho, va a ser siempre obligatoria. Porque al final nos facilita mucho que luego esa persona pueda ser competente en un entorno de gravedad normal cuando vuelva a la Tierra. Sin embargo, el deporte en mi opinión debe ser también ocio, porque muchos estudios han demostrado que es una buena herramienta de gestión del estrés.

¿Cómo se consigue no perder masa ósea o muscular en el espacio?

Ya se ha conseguido disminuir mucho su pérdida. De hecho, hay astronautas ahora, por los datos que podemos tener, que vuelven con más masa muscular de la que se fueron al espacio. Esto es gracias a en primer lugar la nutrición, siempre buscando un alto contenido en proteínas. También trabajamos con la farmacología y con el entrenamiento de la fuerza, que es quizás el que da la señalización al cuerpo de que tiene que aumentar su masa muscular.

En cuanto a pérdida de masa ósea, es un tema más difícil. La causa de la pérdida masa ósea es multifactorial. Existe una destrucción del metabolismo del calcio en el espacio y esto impide en cierta manera que se cree en la masa ósea y que se destruya un porcentaje mayor del que se crea. Por tanto, al final el balance de masa mineral ósea es negativo. Actualmente es una de las mayores preocupaciones que tienen las agencias espaciales. Los equipos médicos tratan de resolver esta pérdida, que como sabemos, aumenta el riesgo de fractura ósea en el espacio y que puede terminar en una emergencia.

¿Qué noticia relacionada con el espacio te gustaría oír una mañana del año 2050?

Me gustaría que una mañana de 2050 se confirmaran que la primera expedición a Marte ha tocado Tierra, que el centro de control de emisión confirma que todo está bien y que el ser humano ha llegado por fin a Marte. Eso sería un bombazo, la verdad.

¿Qué retos aeroespaciales tenemos como especie?

El ser humano llegará hasta donde le limite su estupidez. Lo digo, porque al final, yo creo que la estupidez del ser humano está en haber aceptado la fragmentación de la sociedad, en pensar cómo individuos o como entidades locales, y no como una entidad global o como una especie. Está todo muy dividido y es difícil llegar a un simple acuerdo o llegar a un simple consenso en el espacio.

“Si queremos garantizar que la especie humana sobreviva, hay que pensar de manera global“

El astronauta piensa de manera global. Esa es una de las cosas que yo creo que son positivas porque se piensa como especie, se dejan a un lado las diferencias individuales como ser humano, por el desarrollo de una misión, lo más importante es el éxito de la misión por encima de las de las cosas individuales. El ser humano al final tiene que asegurar su supervivencia en un planeta que es finito, que tiene su fecha de caducidad. Si queremos garantizar que la especie humana sobreviva hay que pensar de manera global para establecernos en otros planetas y posteriormente crear civilizaciones y expandirnos como especie a límites muy lejanos.

Apuntes biográficos

Atleta y preparador físico de astronautas, Guillermo Rojo lleva más de 16 años practicando atletismo. Compitió seis temporadas con el Fútbol Club Barcelona y desde 2018 es guía de carrera del campeón paralímpico, mundial y europeo Gerard Descarrega. En los pasados Juegos Olímpico de Tokio, se han proclamado campeones de la medalla de oro en los 400 metros con un tiempo de 50.42.