10 fotos sobre la Guerra Civil de Antoni Campañà escondidas en la Caja Roja

El enterrador

Para David Ramos, fotógrafo de Getty Images y coeditor del libro ‘La caja roja’, una de las instantáneas de Campañà que más le impresionó fue en la que aparece un enterrador porque, según explica en el documental, traspasa el marco de lo material y del volumen: “Cuando la fotografía traspasa este marco y vamos al marco sensorial, los olores, el miedo… traspasa la barrera de las emociones.”

¿Una pareja de novios?

Si tuviese que seleccionar una foto de las miles que se encontraron, el reportero Plàcid Garcia-Planas escogería una que Campañà hizo en La Rambla de Barcelona los primeros días de la guerra en la que retrata a un chico y a una chica jóvenes que parecen una pareja de novios. “Parece que inicien un baile, pero te acercas y la chica republicana intenta poner un pin al chico que pasa por la Rambla y él la rechaza. Ahí donde no te lo esperas, ahí está la guerra”, apunta el periodista en ‘Imprescindibles’.

Tiro en el cementerio

La fotoperiodista Sandra Balsells opta por una fotografía en la que se muestra unas prácticas de tiro en un cementerio porque le sorprende al no ser como las típicas imágenes que hemos podido ver sobre el conflicto: “En cierto modo contrapone la idea de la muerte con la idea de la supervivencia. Es una imagen que te obliga a mirarla y releerla. Es una imagen realmente sorprendente y que no forma parte de la iconografía básica que hemos visto de la Guerra Civil Española.”

Quitando piojos

El fotógrafo Sergi F. Moure destaca una serie de imágenes sobre la llegada de refugiados a Cataluña que huían de los bombardeos y la persecución franquista. “Se ve una madre quitando piojos a su hijo y se ve como Campañà se va acercando a la escena. Primero, retrata la escena en un plano más general donde se ve una cola de gente y ya vemos a aquella persona, aquella madre quitando los piojos al niño”, explica.

Refugiadas y el hombre sin rostro

Para el historiador Arnau González i Vilalta hay una fotografía extraordinaria de tres generaciones de mujeres refugiadas sentadas en el suelo. “Parece que nos miran y nos preguntan: ‘¿Qué será de nosotras?’ y al lado se intuye un hombre, no se le ve el rostro, tapado por el sombrero. Alguien diría que es el hombre invisible o quizás la muerte que parece que les susurre: 'No os preocupéis, tarde o temprano os llegará la hora. Soy yo quien controla vuestras vidas.'"

La cola del tabaco

Roser Cambray, conservadora de fotografía del Museo Nacional de Arte de Catalunya, señala la foto que muestra una cola de personas que van a comprar tabaco por su composición y la acción que se desarrolla. El fotoperiodista catalán consigue retratar en una instantánea una secuencia entera: “Pasan muchísimas cosas en estas imagen. Un señor mira a la cámara, cosa que es muy misteriosa, y mira sonriendo. Pero es el mismo momento en que ves que empieza a correr mucha gente. La gente se empieza a mover porque no saben qué está pasando, seguramente es cuando empieza a sonar la alarma. Y ves al final a alguien que corre ya desmedidamente hacia el fondo”.

Sobrevivir

Arnau González i Vilalta también destaca una la fotografía de un bombardeo en el barrio del Poble-Sec de Barcelona en el año 37 donde se ven dos mujeres en el portal de lo que parece su casa. “Cuando ves las fotos precedentes auguras los cadáveres, los escombros, el desastre total. En cambio, lo que te encuentras al final es la vida. Esas dos personas que han sobrevivido y que parece que te digan ‘No, no esto continuará siendo nuestra casa aunque caiga’”, dice en ‘Imprescindibles’.

La población civil

Para Sandra Balsells, Antoni Campañà muestra una nueva forma de ver la guerra donde la población civil tiene un grandísimo protagonismo y rompe con el tipo de imágenes de los soldados luchando en las trincheras. Pone como ejemplo una imagen donde unas mujeres están buscando entre unas pertenencias y en un segundo plano se ven casas destruidas por un bombardeo aéreo.

Las mujeres

Marta Gili, comisaria exposición retrospectiva Antoni Campañà 1989, quiere remarcar la importancia de las mujeres en el conflicto ya que se encargaban de restituir, reconstruir y reparar. Le impresionó mucho la foto en la que una mujer que está mirando al fotógrafo, cómo diciendo "¿Qué es lo que puedo aprovechar de esto?" o "¿Qué es lo que puedo hacer?”

El final

En 1939 llegaron las tropas franquistas a Catalunya y el ejército republicano se retiró. Antoni Campañà era chófer del ejercito rojo y cuando iba de camino a la frontera con Francia para exiliarse, decidió volver a Barcelona e hizo una foto que, para González i Vilalta, sintetiza todo: “Vemos un coche del ejército del aire republicano, como los que él conducía, abandonado en un prado del Empordà sin neumáticos (...) Yo soy incapaz de entender qué debió pensar en ese momento.”

De vuelta a Barcelona, decidió encerrar los recuerdos de la guerra y también las fotos que había tomado en dos cajas rojas. ¿Por qué las escondió? ¡Descúbrelo en Imprescindibles!

¿Por qué Antoni Campañà escondió sus fotos de la Guerra Civil en la caja roja?