Sobre "cantar realidades" y "luchar por la igualdad en el barrio"
- El rapero argentino reflexiona sobre la filosofía de sus letras en 'Trueno: Atrevido a soñar'
- "Después de tanto mensaje de consumo y lujo a los jóvenes, hay que bajar una línea más directa de lo que es la realidad"
- Mira ya el documental completo, aquí
El barrio, la calle, la humildad, el ser o no ser real, la justicia social y la motivación a los chavales. Son muchas las conversaciones y los códigos que rodean al hiphop desde el inicio de los tiempos. Conversaciones que llevan como abanderados de estas causas a los nombres que dominan la escena actual, desde los más boombaperos hasta los más traperos. Y Trueno no iba a quedarse atrás.
En su documental, Trueno: Atrevido a soñar, el rapero argentino reflexiona sobre la filosofía de sus letras y sus principios como artista y persona: "Después de tanto mensaje de consumo y lujo a los jóvenes, hay que bajar una línea más directa de lo que es la realidad". Unos principios que dice haber adquirido en su niñez en el barrio de La Boca, en Buenos Aires, el sitio del que proviene y los orígenes que marcaron su persona por siempre.
Artistas, delincuentes y "bullshit" como ejemplo para los jóvenes
Es muy común encontrarse en las letras de Trueno alusiones a La Boca, lugar que lo vio crecer, un barrio obrero en el sudeste de Buenos Aires, conocido también por albergar a La Bombonera, el estadio de los Boca Juniors. Trueno y su padre reflexionan en el episodio 2 de Trueno: Atrevido a soñar sobre cómo fue crecer en un ambiente al que Pedro Peligro llama "un barrio de artistas y delincuentes".
"Es una cuestión que tiene que ver mucho con la resiliencia", reflexiona él. "De ser alguien que viene de un barrio, no marginal ni marginado, pero sí artístico, malandrín. Porque eso es La Boca, un barrio de artistas y de delincuentes, fusionándose en lo más lindo que hay, que es que el artista es 70% artista, 30% delincuente y el delincuente es 70% delincuente y 30% artista", expone MC Peligro sobre cómo el entorno social influye en una persona. "Yo nunca fui de romantizar ni la pobreza ni la marginalidad, pero sí puedo percibir que en nuestro barrio podés elegir dos caminos que te plantea el barrio mismo: o sos artista o sos delincuente", termina.
¿Actúa entonces el hiphop como segunda oportunidad para ciertas personas? ¿Tiene el papel de ser una alternativa salvavidas? ¿Es una especie de camino que se puede elegir? ¿O por el contrario tus circunstancias te condicionan siempre y no es tan sencillo escoger? Y entonces, ¿influyen siempre los orígenes y las vivencias en la calle en la construcción como artista?
Así lo explica Trueno en sus propias palabras: "Mis ideales como persona los tengo muy claros, ¿viste? Sé lo que estoy en contra, de lo que estoy a favor y por qué lucho", confiesa el rapero. "Yo hablo del barrio, lucho por la igualdad en el barrio, la realidad, la que no te aparece ni en la tele ni en el diario ni en ningún lugar". Y añade lo siguiente en relación a su público y su papel como ídolo mundial: "Después de tanto mensaje de consumo, de lujo, de joyas, de "bullshit" a los jóvenes, como que se entiende volver a bajar a una línea un poco más directa de lo que es la realidad", reivindica el argentino. "Yo canto mi realidad y si te sentís identificado porque tenés una realidad parecida, bien ahí, vamos a celebrarlo juntos", termina.
"Las redes son una herramienta muy buena pero no tan sanas como parecen"
Y es que Mateo tiene 19 años y pertenece a una generación que ha crecido en lo digital, en las redes sociales y en la era del consumismo. Artistas como Trueno influyen mundialmente en millones de jóvenes cada día, y mientras hay cosas que parecen no cambiar nunca en el género, como "el cantar sobre realidades" y respetar los códigos fundamentales del hiphop, los nuevos ídolos del rap se deben adaptar a una era digital dominada sobre todo por la apariencia en redes sociales.
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"Yo trato de usar las redes sociales siempre para comunicar algo, pero mi vida no está ahí para nada", dice Trueno. "Es más, trato que cada vez esté menos en las redes sociales. Mi vida personal, los "ñeris" y la familia y nadie más. Después, todo lo que vos ves en las redes es lo que yo quiero que veas, nada más. No me gusta ni mostrar de más mi vida ni que la gente conozca a todo mi círculo. Yo quiero vivir como una persona normal de 19 años", declara.
"Ahora parece que la vida de las personas es las redes sociales, ¿viste? Como que en las redes sociales comés la mejor comida, sos el más lindo, tenés la mejor sonrisa y capaz estás deprimido y toda la gente ve eso, no más", reflexiona. "Entonces, trato de resguardarme bastante, porque siento que es algo que está bueno, es una muy buena herramienta, pero no es tan sano como parece, entonces hay que tener cuidado con esas cosas", concluye el argentino.