La desesperación de los civiles atrapados por la guerra en Mariúpol: "Recogemos nieve y agua de lluvia para beber"
- Un trabajador de MSF que está en esa ciudad explica cómo se sobrevive entre los bombardeos sin acceso a luz, agua o alimentos
- Este domingo ha fracasado el segundo plan para evacuar a la población, que también sufre la falta de suministros en hospitales
- Sigue la última hora del conflicto entre Rusia y Ucrania en directo
Los planes de evacuación de la población civil en la ciudad sitiada de Mariúpol, en el sureste de Ucrania, han fracasado por segunda vez este domingo. Rusos y ucranianos vuelven a acusarse de romper el alto el fuego durante la guerra, mientras unas 400.000 personas continúan atrapadas entre los bombardeos y sin disponer de los recursos más básicos para sobrevivir: no tienen electricidad ni agua y se han quedado sin acceso a comida. Muchos, en situación desesperada, han llegado a saquear algunos supermercados que, como también ocurre con las farmacias, están ya prácticamente vacíos.
Quien da cuenta de la grave situación de Mariúpol tras seis días de asedio es uno de los trabajadores de Médicos Sin Fronteras que se encuentra allí en estos momentos. Su relato fue enviado este sábado a sus compañeros de la ONG, pero ha sido compartido con RTVE.es este domingo:
"La situación es la misma que en los últimos días, pero esta noche los bombardeos han sido más fuertes y han sonado más cerca. Ayer recogimos nieve y agua de lluvia para poder beber. Hoy hemos intentado conseguir agua en las distribuciones, pero la cola era enorme. También intentamos conseguir pan, pero no hay claridad en cuanto al horario ni los lugares donde se distribuye. Según cuenta la población, varias tiendas de alimentación han sido destruidas por los misiles y aquello que podía salvarse se lo llevaban personas desesperadas", dice.
Tampoco hay red de telefonía y las farmacias "no tienen medicamentos"
Así tratan de sobrevivir a los bombardeos, en una ciudad nevada y "sin electricidad, ni agua, ni calefacción ni red de telefonía móvil". Por si fuera poco, las farmacias, dice, "no tienen medicamentos".
También Alex Wade, coordinador de emergencias de MSF en Ucrania, explica cuál es la situación en los últimos días y señala que los peores destrozos se han producido en el centro de la ciudad y en las afueras. Desde su punto de vista, si no se aborda "inmediatamente" el problema, "en los próximos días va a haber una emergencias seria".
"No hay electricidad, lo que significa que no hay calefacción. Tampoco hay agua. Estamos en contacto con nuestros colegas, con gente a la que conocemos y con la que trabajamos desde hace años y que están allí, que nos comunican estas necesidades. No saben dónde pueden conseguir agua (...) La gente está incluso sacándola (el agua) de los sistemas de calefacción para poder lavarse las manos", señala Wade, que también explica el trabajo que la organización está haciendo sobre el terreno.
Los suministros en hospitales, "casi totalmente agotados"
Con los suministros en hospitales "casi totalmente agotados", dice, ahora mismo la máxima prioridad es "conseguir más suministros lo antes posible para los hospitales que están en primera línea".
"Muchos de estos hospitales están en estas zonas de combate. Sus necesidades aumentan a medida que reciben heridos, pero sus cadenas de suministro se han interrumpido. Estamos en comunicación directa con muchos de estos hospitales. Nos han confirmado que han recibido decenas de heridos, en algunos casos más de 100, y nos han comunicado que corren el riesgo de que sus medicamentos y suministros esenciales se agoten y no puedan seguir tratando a los pacientes", explica.
“Corren el riesgo de que sus medicamentos y suministros esenciales se agoten y no puedan seguir tratando a los pacientes“
Desde un hospital de Mariúpol, el doctor Evgeniy Dubrov explicaba a la agencia Associated Press hace dos días que los sanitarios continúan "trabajando sin electricidad", que tienen problemas con los suministros y que no hay suficientes analgésicos. "Llevamos trabajando sin descanso durante más de una semana, algunos incluso desde hace más días", dice el médico.
“"Seguimos trabajando sin electricidad"“
En ese centro hospitalario, en el que los sanitarios han llegado a usar la luz de los teléfonos móviles para iluminar, Svyatoslav, un soldado ucraniano herido contaba también a AP: "No entendí lo que había pasado, (hubo) una explosión y empecé a ver borroso.Continué gateando y me di cuenta de que era una pierna, pero no sabía si tenía pierna o no. Entonces me giré y vi mi pierna. Seryoga (un compañero) me puso un torniquete. Miedo, tenía mucho miedo". Algunos de sus camaradas han muerto en los últimos días.
Además de las consecuencias directas del conflicto, las necesidades médicas urgentes que tenía la población siguen estando ahí. Hay personas que necesitan insulina u otros tratamientos para enfermedades crónicas, como la hemodiálisis, o mujeres embarazadas que necesitan acceso a un parto seguro, por ejemplo. Sin embargo, "el acceso a la atención médica queda interrumpido", dicen desde MSF, y esto puede llevar a complicaciones graves o, en los peores casos, a la muerte, explica Wade, quien pide "una solución inmediata para la población" que continúa en esa ciudad ucraniana.
Una de las situaciones más trágicas de las que han trascendido en las últimas horas sobre Maúripol tuvieron lugar, precisamente, en un hospital de la ciudad, después de que un proyectil ruso alcanzara a un niño de solo 18 meses mientras se encontraba en casa. Los padres del menor salieron inmediatamente en busca de ayuda médica y corrieron por el hospital con el pequeño envuelto en una manta, pero los sanitarios finalmente no pudieron hacer nada por salvar su vida.
Médicos Sin Fronteras: "Los corredores humanitarios no son suficiente"
Tras los "desgarradores" reportes que MSF recibe de su personal atrapado en Mariúpol, la organización sigue de cerca las informaciones sobre los acuerdos para el paso seguro de civiles y recalca que "los corredores humanitarios no son suficiente".
“Cada situación es diferente, pero en nuestras décadas de experiencia trabajando en contextos de guerra sabemos que los corredores humanitarios únicos pueden ser útiles, pero no son suficientes”, asevera Stephen Cornish, director general de la misma ONG. “Hemos sido testigos, en varias ocasiones, de cómo se alentaba a los civiles a salir a través de corredores de evacuación civil con límites de tiempo, y de cómo, todos aquellos que no pudieron o no quisieron huir, se encontraron con una violencia extraordinaria e indiscriminada desatada contra todo el mundo y contra todo lo que quedaba atrás, incluyendo muchos médicos y civiles”, añade.
MSF pide a todos los militares que luchan en el conflicto "que respeten las reglas de la guerra; que tomen todas las precauciones necesarias para evitar dañar a la población civil" y que les consideren como civiles en todo momento y en todos los lugares de Ucrania. También incide en que se debe garantizar "urgentemente" el paso seguro de todas aquellas personas que deseen y puedan escapar de Mariúpol y las zonas afectadas por la guerra dentro de Ucrania, "independientemente de la existencia de corredores humanitarios o ceses al fuego" que puedan establecerse temporalmente.
Dos intentos de evacuación frustrados
Lo previsto era que dos horas después de la declaración del alto el fuego, es decir, a partir de las 11:00 (hora peninsular en España) comenzara el segundo intento de evacuación de la población civil de Mariúpol "mediante autobuses municipales" y que se permitiera también la salida en transporte personal, siempre y cuando se acompañara a la columna principal de desplazamiento.
El Ayuntamiento de Mariúpol avanzó en su canal de Telegram que la ruta de evacuación humanitaria sería prácticamente la misma que la anunciada el sábado: terminaría al oeste, en Zaporiyia, tras recorrer Nikolskoye, Pologi y Orejov a lo largo de unos 200 kilómetros de trayecto.
Sin embargo, el segundo intento de evacuación tampoco ha podido llevarse a cabo. Ucranianos y rusos han vuelto a acusarse de romper el alto el fuego. La población civil se había preparado para salir, pero han tenido que dar marcha atrás en escenas de caos por los bombardeos, aunque, según informa RNE, centenares de vecinos del casi medio millón de habitantes sí habrían conseguido salir de Mariúpol.
El alcalde de la ciudad asegura que los rusos les "han engañado, como ayer”, y que la situación en Mariúpol es desesperante por la falta de agua, luz y calefacción.
Ambos intentos de evacuación han terminado en absoluto fracaso tanto en Mariúpol como en Volnovaja, después de que Rusia y Ucrania se acusen mutuamente de incumplir el alto el fuego temporal en vigor en torno a estas dos localidades, donde viven aproximadamente unas 425.000 personas en condiciones deplorables, según las ONG.
El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), que tenía previsto desplegarse en las rutas de evacuación para garantizar la seguridad de los civiles, ha explicado durante las últimas horas en un comunicado que "sigue en contacto con las partes para facilitar las salidas" en medio de una situación "descorazonadora".
"Cualquier iniciativa que dé a los civiles un respiro de tanta violencia será bienvenida", ha declarado el CICR, quien ha pedido además que los corredores humanitarios destinados a trasladar a la población fuera de peligro "estén bien planificados" y de acuerdo con las partes en conflicto.
Mariúpol es una ciudad portuaria de carácter estratégico, en la costa del mar de Azov, donde residen unas 450.000 personas. La captura de la localidad permitiría a Rusia conectar a sus fuerzas en el este del país con las destacadas en la península de Crimea.
Volnovaja, por su parte, está ubicada cerca de la antigua línea de frente de Ucrania con los separatistas respaldados por Rusia, la llamada línea de contacto, a unos 60 kilómetros de Donetsk. Allí viven unas 20.000 personas.