5 razones para ver 'El asesino de la baraja', gratis

1. Un caso único en España

Como explica el criminólogo Vicente Garrido en la serie documental, nos encontramos ante un caso único en la la historia del crimen seriado en nuestro país. En primer lugar, por el arma utilizada. Se trata de único asesino en serie que ha cometido sus crímenes con pistola en España. Un criminal que, además, utilizaba naipes. Las cartas con las que firmaba algunos de sus crímenes son un elemento clave de esta historia. Un interrogante que atormentó a la policía durante los primeros meses de 2003 y que la prensa utilizó casi a modo de reclamo para vender el caso.

2. Una súper producción original de RTVE Play

El Asesino de la baraja es una de las grandes apuestas de la temporada de RTVE Play. Estéticamente, la serie documental se asemeja a las grandes producciones cinematográficas. Donde más se aprecia este trabajo es en las recreaciones y en los planos atmosféricos que ayudan a situar la historia y añadir realismo.

Para reforzar esa atmósfera de inseguridad que se respiraba en el Madrid de 2003, se ha recurrido a la grabación de los escenarios que fueron testigo directo de los crímenes como el barrio de Chamartín, Tres Cantos, Alcalá de Henares, Puertollano o Alameda de Osuna. Gracias a estas herramientas de la ficción, el espectador se sumerge, en primera persona, en este trepidante relato.

3. El testimonio de todos aquellos que vivieron la historia

En la docuserie, policías, criminólogos, periodistas y familiares de las víctimas relatan su perspectiva de la historia en primera persona y en tiempo presente, es decir, sin avanzarse nunca a los acontecimientos ni dar nada por supuesto. El testimonio de todos aquellos que vivieron la historia en el año 2003 es la columna vertebral de la serie documental.

Los narradores de la historia, con el objetivo de no romper con la atmósfera de la serie, cuentan lo que vivieron en una comisaría de policia, recreada para la ocasión, que simula ser una de principios de los años 2000.

4. Imágenes y documentos inéditos en televisión

La historia del Asesino de la baraja se ha intentado explicar en varias ocasiones, sin embargo, esta vez se cuenta con material gráfico y sonoro del archivo policial y judicial que nunca antes había visto la luz y que aporta información valiosa al relato. Se trata de imágenes y documentos que realizaron los investigadores en su día y que en algunos casos no han sido nunca vistas en televisión.

El material de archivo es una de las partes más importantes de este true crime. Para esta ocasión, se ha contado con cientos de horas de televisión y páginas de periódico que se publicaron en su momento para contextualizar al espectador y presentar los elementos más importantes.

5. La estética: un homenaje al cine negro

Por último, y no menos importante, la serie documental toma como referencia las grandes películas del cine negro. Cintas de los años 70 dirigidas por Don Siegel, Sidney Lumet o William Friedkin. La gama de colores ocres emanan la tristeza y el desengaño de aquellos que día a día se enfrentan al mal en estado puro y los azulados fríos de una noche llena de amenazas y sospechas.

El tipo de planos y la puesta en escena, en cambio, tienen como referencia a uno de los más grandes renovadores del género: David Fincher. De ahí viene el horror vacui de la composición de muchos planos y la dirección de arte, gracias al cual, cada encuadre tiene detalles que remiten al peligro que representa el asesino.

¿Quién es el Asesino de la baraja? Es la pregunta que se plantea al espectador desde el minuto 0 y que no se resuelve hasta el final del tercer capítulo. Una pregunta que consigue enganchar al espectador y hacerle partícipe del misterio.