Las claves de las elecciones en Castilla-La Mancha: bastión clave del PSOE con Page rozando una nueva mayoría absoluta

Castilla-La Mancha representa uno de los bastiones más simbólicos del PSOE. Solo en esta comunidad y en Extremadura los socialistas disfrutan de unas mayorías absolutas, que pueden pasar a ser historia este 28 de mayo. Los socialistas han ocupado la presidencia durante 36 años, aunque no de manera continuada, ya que en 2011 María Dolores de Cospedal (PP) se alzó con el poder durante cuatro años.

Tras este paréntesis, el PSOE de Emiliano García-Page recuperó la presidencia de la mano de Podemos y en 2019, en plena crisis del bipartidismo, consiguió una histórica mayoría absoluta que le ha permitido mantener el poder hasta hoy. Su objetivo el próximo 28 de mayo es revalidar el cargo y hacerlo, a ser posible, sin depender de otras formaciones.

Enfrente estará Paco Núñez, quien repite como candidato del PP tras la derrota de 2019 (donde pasó de 16 escaños obtenidos en 2015 con Cospedal a 10), cuando se presentó a los comicios con apenas siete meses al frente de la formación. También vuelve a optar a la presidencia la candidata de Ciudadanos, Carmen Picazo, quien en las pasadas elecciones irrumpió en las Cortes con cuatro escaños.

Quién es quién en las elecciones de Castilla-La Mancha: de la pugna Page-Núñez a los que buscan ser decisivos DIANA FRESNEDA

Los sondeos apuntan a que el PSOE ganaría las elecciones de Castilla-La Mancha y mantendría su actual mayoría absoluta, al quedarse con 17 de los 33 escaños que se reparten. De esta forma, el PP de Paco Núñez, pese a ganar cuatro diputados más, no lograría la mayoría suficiente para una alternancia en Ejecutivo en unas Cortes de las que saldría Ciudadanos -que perdería sus cuatro escaños- y entraría por primera vez la Vox con tres asientos.

Las encuestas también pronostican que actores políticos como Unidas Podemos o la España Vaciada se quedaría fuera de la Junta de Comunidades. No obstante, todo sigue abierto en unas elecciones muy ajustadas y en las que la campaña electoral puede suponer trasvase de votos.

En el caso de la formación morada, aterrizó en la Asamblea en 2015 y sus 3 escaños fueron clave para recuperar la hegemonía de la izquierda en la región; sin embargo, cuatro años después, no logró los votos suficientes para obtener representación y fue el gran derrotado de los comicios. Pese a todo, desde Unidas Podemos ya han advertido de que, si dan los números para pactar con los socialistas, la primera condición es que García-Page no repita como presidente.

Encuestas de las elecciones en Castilla-La Mancha: el PSOE mantendría la mayoría absoluta, según los sondeos DatosRTVE

El marco entre el eje derecha-izquierda es tan ajustado que revela la importancia que puede tener la campaña en el resultado final en las urnas, que puede ir más allá de la escena autonómica.

García-Page es, junto a Lambán, el barón socialista que más distancia ha marcado con la política del Ejecutivo de coalición, a cuenta de la ley del 'solo sí es sí', la reforma de los delitos de sedición y malversación o los pactos con EH Bildu. Pero también lo ha hecho de forma directa con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez: hace algo menos de un año, criticaba que aunque él fuera el líder de los socialistas en Castilla-La Mancha, eso “ya no significa nada”, porque “solo hay uno para toda España”. “Los demás estamos aquí de monaguillos”, recalcaba.

En el caso del PP, el foco en las últimas semanas está puesto en la denuncia del PSOE a Paco Núñez por presuntas irregularidades en el cobro de dietas por kilometraje. El candidato popular, sin embargo, lo atribuye a “un error administrativo” y ha anunciado la devolución de 16.000 euros “una cuenta de cobros indebidos” del Gobierno de Castilla-La Mancha ante la negativa de las Cortes a facilitarle una cuenta propia para poder hacer el pago, según denunció Núñez en una entrevista en Europa Press.