El Santander vende el Edificio España al hombre más rico de China por 265 millones de euros
- El magnate asiático ha pagado 5 millones más de lo filtrado hace casi tres meses
- La entidad ha confirmado oficialmente la venta, tras la filtración de marzo
El Banco Santander ha comunicado este jueves de forma oficial que ha vendido por 265 millones de euros el Edificio España, uno de los emblemas de la ciudad de Madrid, a la sociedad Renville Invest del magnate chino Wang Jianlin, propietario del grupo Dalian Wanda, uno de los mayores grupos hoteleros y de salas de cine de China.
El impacto de la operación sobre el capital y la cuenta de resultados del grupo Santander es "inmaterial", según ha explicado la entidad a la Comisión Nacional del Mercado de Valores.
A mediados de marzo pasado saltó la noticia de que el empresario más rico de China, Wang Jianlin, había presentado una oferta por el antiguo rascacielos, y el presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, aseguró entonces que la venta estaba cerrada. No obstante, el Santander, que recibió otras propuestas de inversores dispuestos también a adquirir el inmueble, no confirmó la operación entonces y solo ahora ha oficializado la venta al empresario asiático, que pagará cinco millones más de lo que se barajó inicialmente.
El Banco Santander se convirtió en el propietario del histórico Edificio España en 2005, después de comprárselo a Metrovacesa por 389 millones de euros y llevaba un tiempo intentando venderlo.
Según la revista Forbes, el presidente y fundador del grupo Dalian Wanda cuenta con una fortuna estimada de 135.000 millones de yuanes (más de 16.630 millones de euros).
El primer rascacielos construido en España
El inmueble del que se desprende ahora el Banco Santander fue el primer rascacielos levantado en España y el mayor en Europa en 1953, fecha de su inauguración.
Con sus 117 metros de altura, el Edificio España fue utilizado por el régimen franquista como emblema de aperturismo y modernización. Después comenzó un lento declive, pero su privilegiada localización lo mantuvo como objeto de deseo de algunos inversores.
El edificio es un ejemplo de la arquitectura nacional de los 40 y 50, "ecléctica", según el presidente del Colegio de Arquitectos de Madrid (COAM), José Antonio Granero, que lo califica como "muy relevante", pese a no responder a los cánones de modernidad.
Pionero en su época, el Edificio España se erigió sobre el solar de un antiguo convento destruido durante la Guerra Civil que adquirieron los hermanos Julián y Joaquín Otamendi, arquitectos y propietarios de la Compañía Inmobiliaria Metropolitana, germen de lo que luego fue Metrovacesa.
Su construcción llevó cinco años y, con una inversión de 200 millones de pesetas de la época, rompió moldes con sus 26 plantas, 32 ascensores, 3.123 ventanas, 184 apartamentos, un hotel de lujo con 307 habitaciones, salón de fiestas para 1.200 personas y una piscina en la terraza superior.
Un año después, en 1954, y también de la mano de los Otamendi, comenzó la construcción de la Torre de Madrid, inaugurada en 1960 y muy próxima al Edificio España. Con 124 metros de altura y 35 plantas, se convirtió en la nueva atalaya de Madrid, más esbelta y menos barroca.
Desde entonces, ambos inmuebles han conocido el esplendor, la decadencia, algún conato de incendio -el último, en esa misma torre, en 1995-, y varias reformas.