Google patrocina una nueva carrera espacial
La empresa pagará 30 millones de dólares a quién consiga enviar un robot a la LunaHay ya 10 equipos inscritos, desde ingenieros a universidadesEl objetivo es relanzar la investigación del satélite terrestre
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Con el objetivo de reimpulsar la exploración lunar y de dar el primer paso en el futuro comercio espacial, Google acaba de instituir el Lunar X Prize, una competición que repartirá 30 millones de dólares entre aquellos equipos de científicos que logren enviar un robot a la Luna y enviar con él datos sobre el satélite a la Tierra.
Según relata The Herald Tribune, una decena de equipos de cinco países distintos han anunciado su intención de participar en esta carrera, que el cofundador de Google, Sergey Brin, ha comparado con el patrocinio de otras empresas a las competiciones de vela. "La idea de que podemos espolear el regreso [del hombre] a la Luna y quizá conseguirlo antes que los programas espaciales de algunos países es verdaderamente emocionante", ha señalado Brin. La NASA ha anunciado su intención de volver a llevar un astronauta a la Luna en 2020 y la Agencia Espacial China pretende hacerlo antes, en 2017.
Entre los equipos inscritos hay uno liderado por William Whitaker, profesor en la Carnagie Mellon University y renombrado especialista en robótica, una colaición de cuatro universidades y dos compañías aerosepaciales de Italia o un grupo de ingenieros que trabajan a través de internet.
La empresa estadounidense premiará con 20 millones de dólares al primer equipo que consiga que su robot llegue a la Luna, realice un primer envío de datos, se traslade al menos 500 metros y vuelva a enviar datos a la Tierra. El segundo equipo en lograrlo obtendrá cinco millones de dólares y también hay premios en metálico por alcanzar la localización de un alunizaje histórico o por encontrar vestigios de hielo lunar, pero los premios se reducen si la misión no está cumplida en 2012.
The Herald Tribune explica que, aunque llevar un robot a la Luna es más sencillo que llevar a un astronauta, los participantes afrontarán retos formidables, por no hablar de los enormes costes. La energía necesaria para lanzar un cohete que supere la gravedad terrestre es cara e impone riesgos. Una vez en la luna, los robots espaciales deberán soportar el intenso frío, con temperaturas que pueden caer hasta 250 grados bajo cero, entre otros problemas.