Medvedev, elegido presidente de Rusia
El delfín de Putin, quien pasará a ser su primer ministro, obtiene más del 70% de los votosAsegura que su presidencia representará una continuidad a la de PutinObservadores occidentales denuncian la injusticia de los comicios
Dimitri Medvedev ha sido elegido presidente de Rusia con más del 70% de los votos, según se desprende del escrutinio de prácticamente el 100% de las papeletas depositadas ayer. El segundo puesto ha correspondido al comunista Guennadi Ziuganov, con un 17% de los sufragios, mientras que el ultranacionalista Vladímir Zirinovski se ha adjudicado un 9%. La participación ha sido del 69,6%, según ha informado la Comisión Central Electoral.
Tras conocerse su amplia victoria, la primera aparición pública de Medvedev fue en un concierto al aire libre en la Plaza Roja de la capital rusa junto a su mentor Vladímir Putin. Éste pasará a ser su primer ministro cuando le ceda el 7 de mayo la banda presidencial.
Medvedev, de 42 años de edad, se convertirá en el dirigente más joven de la historia de Rusia desde los tiempos del zar Nicolás II. Sin embargo, muchos observadores apuntan a que el poder real seguirá en manos de Putin, quien no pudo aspirar a la reelección por razones legales (en Rusia no se puede optar a un tercer mandato presidencial). Medvedev ha asegurado que su presidencia representará una continuidad a los ocho años de Putin al frente de la nación.
Rusia vive desde principios de siglo un fuerte boom económico basado en los elevados precios del petróleo, lo que ha traído consigo una notable mejora en el nivel de vida de muchos de sus ciudadanos. La mayoría de los rusos ve en el tándem Medvedev-Putin la mejor garantía de que la economía seguirá por la buena senda.
Como primer ministro, Putin se centrará precisamente en las cuestiones económicas. Por su parte, Medvedev tomará las riendas de la política exterior del gigante euroasiático, marcada en los últimos años por un creciente distanciamiento de occidente. El nuevo inquilino del Kremlin heredará un estado mucho más centralizado y autoritario que el que se encontró Putin en 2000.
Los observadores occidentales han emitido hoy mismo un informe sobre las elecciones nada favorable al Kremlin. Andreas Gross, jefe del grupo de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa, ha declarado que los comicios "repiten la mayor parte de los vicios observados en las elecciones parlamentarias del pasado diciembre". Según Gross, el desigual acceso de los candidatos a los medios de comunicación "pone en cuestión la justicia de la elección".
¿Ésta es una operación secreta de la KGB para transferir el poder de una persona a otra¿, ha dicho el ex primer ministro Mijaíl Kasianov, quien fue eliminado de los comicios por el Kremlin. Organizaciones de la todavía incipiente sociedad civil rusa han afirmado que millones de funcionarios públicos fueron objeto de coacción para votar a Medvedev, incluso bajo la amenaza de ser despedidos.
Hillary Clinton, candidata demócrata a la presidencia de los Estados Unidos, ha dicho que los comicios ¿marcan un hito en el abandono por ese país de la democracia¿. ¿Se ha denegado al pueblo ruso la oportunidad de elegir a sus líderes¿, ha señalado. No parecen pensar lo mismo el 70% de los rusos que ayer acudieron a votar.