Cae una red de prostitución de inmigrantes en el País Vasco y Cantabria
Un total de 20 personas han sido detenidas, quince de ellas mujeres en situación ilegalLas mujeres, de extracción social humilde, eran reclutadas en sus países de origen
La Policía Nacional ha desarticulado una organización dedicada a introducir en España a mujeres extranjeras para el ejercicio de la prostitución en locales de Pamplona, Bilbao y Santander.
Un total de 20 personas han sido detenidas, según fuentes policiales. Quince de ellas son mujeres de nacionalidad rusa y paraguaya que se hallaban en situación ilegal. Por su parte, dos paraguayas fueron detenidas por un delito relativo a la prostitución.
Las otras tres personas son presuntos autores de delitos contra los derechos de los ciudadanos extranjeros relativos a la prostitución y detención ilegal: se trata de Fernando Pedro Santiago G.S., Rosario B.C. (alias "Sena") y Pedro B.C. Los dos primeros regentaban también en Santander un prostíbulo ubicado en un chalé de la calle Alejandro García, conocido como "Rincón de Sena". En el registro de ese local, los agentes identificaron a nueve mujeres paraguayas y a una rusa.
Las mujeres, de extracción social humilde, eran reclutadas en sus países de origen. Allí se les ofrecía la posibilidad de viajar a España y conseguir trabajo en nuestro país. En Paraguay, la red utilizaba una agencia de viajes para tramitar los desplazamientos.
Deuda de 5.500 euros
Algunas de las mujeres se vieron obligadas a hipotecar sus propiedades para conseguir el dinero del viaje. Al llegar a España eran hospedadas en los prostíbulos y obligadas a ejercer la prostitución para saldar la deuda contraída, que la organización fijaba de manera arbitraria en 5.500 euros.
Una mujer de confianza de los responsables de la trama se encargaba del control de las personas explotadas, quienes eran vigiladas con cámaras y sometidas a horarios prolongados de trabajo. Las mujeres permanecían en los prostíbulos por espacio de un mes, al cabo del cual pasaban a otra vivienda. No mantenían contacto con el exterior, ya que ni siquiera podían hacer llamadas telefónicas.
La investigación de esta trama se inició en la comisaría provincial de Bilbao, al descubrirse que una chica extranjera era obligada a prostituirse en una casa de citas de Erandio (Vizcaya). Posteriores indagaciones determinaron que con la misma denominación, y gestionadas por la misma empresa, operaban otros dos establecimientos similares en Santander y Zizur Mayor (Navarra).
Un operativo policial, con la participación de agentes de Santander, Pamplona y Bilbao, se puso en marcha de manera coordinada. Fruto del mismo ha sido la apropiación, entre otros efectos, de 12.700 euros, nueve teléfonos móviles, tarjetas bancarias y un ordenador portátil. Se estima que la recaudación mensual obtenida por cada una de estas casas de prostitución oscilaba entre los 40.000 y los 60.000 euros.