Se recrudece la guerra civil en Sri Lanka tras la muerte de 4 soldados y 38 rebeldes tamiles

Un policía armado vigila cerca de un templo hindú en Vavuniya.

Al menos 38 rebeldes tamiles y cuatro soldados ceilaneses han muerto en las últimas 24 horas en varios combates librados en el norte de Sri Lanka, según ha asegurado el Ministerio de Defensa en un comunicado.

En el enfrentamiento más grave, que ha tenido lugar en la conflictiva región norteña de Welioya, han muerto doce miembros del grupo armado Tigres para la Liberación de la Patria Tamil (LTTE) y dos soldados. En el mismo área también han muerto cuatro rebeldes y dos militares en otro enfrentamiento.

Además, tres miembros del LTTE han perdido la vida en Jaffna, el área más septentrional de la isla, doce en el distrito noroccidental de Mannar y siete rebeldes en el norteño distrito de Vavuniya.

Terreno vedado a la prensa

Aunque el Ejército informa diariamente de la muerte de decenas de combatientes rebeldes en combate, los partes de guerra no cuentan con comprobación independiente porque los reporteros tienen prohibido el acceso al frente de batalla.

El Ministerio ceilanés de Defensa ha reiterado en otro comunicado que el líder de los Tigres tamiles, Vellupillai Prabhakaran, resultó herido grave en el ataque que las Fuerzas Aéreas ceilanesas lanzaron contra su escondite el 26 de noviembre de 2007.

Ruptura del alto el fuego

En enero pasado, Sri Lanka volvió al estado de guerra después de que el Gobierno rompiera unilateralmente el acuerdo de alto el fuego vigente desde el año 2002, aunque éste era válido sólo sobre el papel ya que los enfrentamientos entre ambos bandos han sido constantes durante todo el año pasado.

Los Tigres tamiles luchan desde hace más de tres décadas por la independencia del norte y el este de Sri Lanka, donde la etnia tamil es mayoritaria, frente a la cingalesa, que predomina en el resto de la isla.

Se estima que unas 70.000 personas han perdido la vida desde el comienzo de la guerra civil en 1983. Desde principios de 2006 más de 6.500 rebeldes, 1.200 militares y casi un millar de civiles, han fallecido según fuentes militares.