Debacle de los partidos nacionalistas ante el 'tsunami' bipartidista
Una de las lecturas más claras del 9-M es el varapalo experimentado por las formaciones políticas nacionalistas, del que sólo se libran Convergència y Unió (CiU), el Partido Nacionalista Vasco (PNV), el Bloque Nacionalista Galego (BNG) y Nafarroa Bai (Na-Bai). El retroceso de los partidos de implantación exclusivamente autonómica es un reflejo de la acentuación del bipartidismo, que ha favorecido a las dos grandes fuerzas políticas del país.
Revés republicano
Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) ha perdido más de la mitad de sus escaños en el Congreso, pasando de los ocho que tenía a sólo tres, lo que supone la pérdida de grupo parlamentario. Los republicanos exhiben una cosecha de 296.000 votos, frente a los 652.000 logrados hace cuatro años.
El descalabro de los independentistas catalanes ha tenido como principal escenario la provincia de Barcelona, donde han pasado de los casi 429.000 sufragios (14%) de 2004 a los 183.000 del domingo (6,6%). Ello se traduce en dos escaños, frente a los cuatro de los anteriores comicios.
El resultado en el resto de las provincias catalanas es también muy insatisfactorio para este partido, que pierde su representación parlamentaria por Tarragona y Lleida y pasa de dos diputados a sólo uno en Girona. El revés electoral de ERC ha corrido en paralelo al fuerte ascenso del PSC, uno de sus socios de gobierno en la Generalitat.
Retroceso de los nacionalistas canarios
Coalición Canaria (CC) es otra de las fuerzas nacionalistas que han salido malparadas de la cita electoral del domingo. Los nacionalistas canarios han perdido uno de sus tres escaños, quedando sin representación parlamentaria por la provincia de Las Palmas.
La pérdida de apoyo electoral en las islas orientales del archipiélago se cifra en 60.000 votos -pasan de 89.000 a 29.000-, lo que coloca a la coalición en cuarto lugar tras socialistas, populares y Nueva Canarias. Esta última es una formación escindida de CC, con importantes apoyos en algunas zonas de la isla de Gran Canaria.
Pese a mantener sus dos diputados en la provincia de Santa Cruz de Tenerife, CC también pierde en las islas occidentales: registra once mil votos menos -pasa de 145.000 a 134.000- y queda por debajo de socialistas y populares.
EA y la Chunta, extraparlamentarios
Otros partidos nacionalistas han corrido peor suerte incluso, al desaparecer del mapa parlamentario. Es el caso de Eusko Alkartasuna (EA) y de la Chunta Aragonesista, que contaban hasta ahora con un representante en el Congreso.
EA no pudo repetir su escaño por Guipúzcoa, al pasar del 11,5% de 2004 a menos del 8%. El retroceso de EA puede ser atribuido tanto a la elevada abstención en esa provincia -cerca del 42%, la más alta de España- como al voto de simpatía al PSOE tras el asesinato de su ex concejal Isaías Carrasco. En Vizcaya y Álava, EA apenas supera el 3%. No obstante, la base electoral de esta formación en esas dos provincias sólo era un punto superior en 2004.
Los nacionalistas aragoneses de la Chunta han pasado de 81.000 a 32.000 votos en la provincia de Zaragoza, donde defendían su único escaño. En Huesca y Teruel también han perdido más de la mitad de sus votos. La pérdida de la Chunta ha sido en claro beneficio del PSOE, que afianza su predominio en el conjunto de Aragón.
Los que salvan los muebles
CiU, el PNV, el BNG y Na-Bai han conseguido capear el temporal bipartidista. La coalición catalana ha pasado de diez a 11 diputados -gana uno en Barcelona-, aunque en número de votos pasa de 835.000 a 774.000. Su pérdida porcentual es de sólo 18 centésimas.
El PNV, por su parte, pierde más de cien mil votos y uno de sus escaños -por Vizcaya-. Los seis diputados logrados le permiten mantener grupo parlamentario. Los peneuvistas sólo conservan sus posiciones en Álava, ya que en Vizcaya y en Guipúzcoa sufren una pérdida respectiva de 6 y 7 puntos porcentuales.
El BNG repite con dos diputados -uno por A Coruña y otro por Pontevedra-, manteniendo sus posiciones con ligeras variaciones al alza en las cuatro provincias de Galicia. La mejora porcentual global es de una centésima, lo que significa unos 400 votos más que hace cuatro años.
Por último, Na-Bai conserva su diputado por Navarra. La coalición vasquista, que integra en su seno al PNV, EA, Aralar y Batzarre, registra un millar de votos más que en 2004. Pasa del 17,98% al 18,53%.