La política migratoria provoca un desencuentro diplomático entre España y Brasil
La expulsión de 30 ciudadanos brasileños genera malestar en el Gobierno de Lula El embajador español en Brasil comparecerá para explicar los motivos de la deportación Al menos 13 turistas españoles han sido deportados de Brasil en los últimos 4 días
La política migratoria ha abierto una falla inesperada en las hasta ahora fluídas relaciones entre España y Brasil. La decisión de no permitir la entrada a un grupo de 30 brasileños en territorio español ha provocado una respuesta inmediata en Brasil, que ha impedido a 13 españoles cruzar su frontera en los últimos cuatro días.
"Cada país aplica soberanamente su legislación", ha advertido el ministro de Justicia brasileño, Tarso Genro, quien ha reconocido que ahora el Gobierno mira "con lupa" las normas migratorias "para que se sienta que de este lado también hay leyes".
Las autoridades brasileñas se escudan en que no tenían billete de vuelta. Por su parte, el Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación ha recordado que se ha limitado a "aplicar la normativa" del espacio Schengen, el área de libre circulación europea. Esta normativa incluye la posibilidad de rechazar la entrada de personas que no dispongan de medios económicos suficientes para desarrollar su estancia.
Malestar en Brasil
Aunque oficialmente el Gobierno brasileño ha negado que exista una crisis en las relaciones bilaterales, la expulsión del grupo de brasileños, entre los que se encontraban varios estudiantes que iban camino de un congreso a Portugal, ha generado malestar.
Algunos políticos brasileños han criticado duramente la política migratoria española. Entre ellos destaca el presidente de la Cámara de los Diputados brasileña, Arnildo Chinaglia, que ha declarado que "España se comporta como en la época del descubrimiento, cuando destruía culturas".
Chinaglia se ha hecho eco de las denuncias de algunos de los deportados, que aseguran que han pasado horas en la sala de espera de Barajas sin poder comunicarse con nadie. "Eso es un abuso inaceptable", ha concluido el político brasileño, que atribuye el endurecimiento de la política migratoria de España al momento electoral que vive.
Comparecencia del embajador
Con la intención de que las buenas relaciones entre ambos países se recuperen, el embajador de España en Brasil, Ricardo Peidró, comparecerá en la Cámara de Diputados brasileña para explicar las últimas deportaciones.
El diplomático español ha insistido ante las autoridades brasileñas en que estas expulsiones se han producido en cumplimiento de una normativa europea. Además, ha recordado que cada año acuden a España 250.000 turistas brasileños, de los que tan sólo no ha podido entrar el 1%.