La OMS reconoce el síndrome de clase turista como un importante problema de salud pública
- Realizar viajes de más de cuatro horas o varios en poco tiempo es un factor de riesgo
- Los médicos recomiendan llevar ropa amplia, tomar 'Aspirina' y hacer ejercicio
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha reconocido, por primera vez, que el Síndrome de la Clase Turista, relacionado sobre todo con los desplazamientos largos en avión, es un importante problema de salud pública al ser una de las causas de trombosis venosas. El estudio Wright, promovido por la organización, ha evaluado la magnitud de este femónemo y su implicación en la salud mundial.
El informe señala que es un importante problema de salud pública por el "aumento substancial de gente que realiza viajes largos en avión", ya que "muchos de ellos posee uno o más factores de riesgo" de trombosis. No obstante, recuerda que sólo existe esta posibilidad en determinados casos, teniendo en cuenta varios factores de riesgo.
El 77,2% de las personas a las que afecta la trombosis del viajero presenta uno o varios factores de riesgo. Entre ellos, realizar viajes de más de cuatro horas o varios vuelos, aunque sean más cortos, en un periodo breve de tiempo. Esta circunstancia acaba con el mito que asociaba el síndrome sólamente a vuelos transoceánicos.
Son también factores de riesgo tener un índice de masa corporal superior a 30 o medir más de 1,90 metors o menos de 1,60.
Según el hematólogo del Hospital Clinic de Barcelona y miembro del Comité Científico de la Fundación ESPREV, el doctor Casals, tendrían riesgo moderado las personas que toman anticonceptivos orales, las que han tenido traumatismos recientes o intervenciones quirúrgicas, las que tienen varices y las que tienen cáncer.
Ropa amplia, 'aspirina' y ejercicio
Para evitar el síndrome, el experto recomienda "no llevar ropa ajustada, colocarse calcetines compresivos, tomar 'Aspirina' el día antes del viaje y otro comprimido en los dos días posteriores y, sobre todo, hacer ejercicio con las piernas durante el vuelo para evitar la inmovilidad".
No obstante, en el caso de presentar un riesgo elevado y sin tener en cuenta la duración del viaje, aconseja consultar al médico.
Estas recomendaciones, en palabras de Casals, servirían tanto "para personas que hagan un viaje en coche, autobús o tren de seis horas como para personas que viajen en avión al menos cuatro".