Al menos 51 afganos muertos en las ultimas operaciones del Ejercito estadounidense
- A causa de una ofensiva cerca de la frontera con Pakistán
- Sospechan que algunos de los fallecidos pertenecían a Al-Qaeda
Al menos 50 presuntos insurgentes y un líder talibán han muerto en dos operaciones de las tropas estadounidenses en la conflictiva provincia afgana sureña de Helmand.
El gobernador de la región, Ghulom Dastagir Azad, aseguró que las fuerzas afganas y de EEUU lanzaron una operación contra los insurgentes cerca de la frontera con Pakistán, que concluyó con la muerte de 40 presuntos talibanes y uno de sus líderes.
La ofensiva tuvo lugar el pasado martes cuando los integristas intentaban pasar del distrito de Khashrod al de Khannishin, desde donde tenían pensado cruzar la frontera paquistaní. Azad añadió que 17 de los cadáveres fueron enterrados ayer en Khashrod.
En una nueva operación de los soldados norteamericanos en Helmand, esta vez en el distrito de Garmsir, "casi una docena" de insurgentes perdieron la vida, según un comunicado del mando militar de EEUU.
La ofensiva, que tenía como objetivo desarticular redes de combatientes talibanes, tuvo lugar el pasado martes, cuando los insurgentes dispararon a las tropas estadounidenses y los soldados respondieron al ataque.
En el lugar de la operación fueron hallados recintos para procesar opio, diferentes tipos de explosivos, un número indeterminado de "kalashnikovs", pistolas y munición.
Los combates entre la insurgencia talibán y las fuerzas internacionales y afganas son constantes, especialmente en el tercio meridional del país, donde predomina la etnia pastún, la de los talibanes.
Los integristas se mueven por la permeable frontera con Pakistán y la inteligencia estadounidense sospecha que en las áreas tribales de este país se esconden miembros de la red terrorista Al Qaeda.
El año pasado fue el más sangriento en Afganistán desde el derrocamiento en 2001 del régimen de los talibanes con unos 6.300 muertos víctimas de la violencia.