España pide que la Unión para el Mediterráneo cuente "con la otra orilla"
- Zapatero apoya la iniciativa de Sarkozy, pero pide proyectos concretos
- La delegación española logra mantener la mención al Proceso de Barcelona
- El presidente del Gobierno ha mantenido una conversación telefónica con Bush
La Unión por el Mediterráneo es un proyecto positivo, pero debe contar "con la otra orilla" para ser efectivo. Éste es el análisis que ha realizado el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, tras el Consejo Europeo celebrado en Bruselas, que ha dado luz verde a esta iniciativa, presentada de forma conjunta por Francia y Alemania.
Zapatero se ha declarado "muy satisfecho" de que los 27 hayan decidido fortalecer la política europea en el Mediterráneo. Sin embargo, ha matizado que, para que propuestas como ésta tengan éxito, es necesario subir "un escalón" en la relación con los países de la orilla sur del Mediterráneo.
Para ello, considera necesario que se acuerde con ellos "los objetivos y los proyectos concretos" así como el secretariado de la futura Unión para el Mediterráneo.
El problema de la denominación
El principal caballo de batalla de la delegación española sobre este asunto era que este nuevo proyecto se viese como una continuación del Proceso de Barcelona, que se creó durante la presidencia española de 1995 y buscaba impulsar los lazos económicos y culturales con los vecinos mediterráneos.
Pese a que el presidente francés, Nicolás Sarkozy ha declarado que la Unión para el Mediterráneo sustituirá al Proceso de Barcelona, este objetivo se ha cumplido. Oficialmente el proyecto se llamará Proceso de Barcelona:Unión por el Mediterráneo.
En este sentido, Zapatero ha recalcado que el Proceso de Barcelona "es el origen" de la nueva etapa en las relaciones euromediterráneas que quiere abrir Sarkozy, aunque ha reconocido el papel "muy especial" que está jugando el presidente francés.
De hecho, la puesta de largo oficial de la Unión para el Mediterráneo se producirá el próximo 13 de julio en París, donde se reunirá el próximo Consejo Europeo como pistoletazo de salida de la presidencia francesa, que comienza en el mes de junio.
Un proyecto con muchos padres
Zapatero ha asegurado también que tanto él como Sarkozy y el primer ministro italiano, Romano Prodi, comparten la visión de que el papel de la UE en el Mediterráneo debe tener más peso.
En la misma línea se ha expresado el propio Prodi, que ha recordado que la idea del proyecto surgió en una reunión celebrada en Roma entre los tres mandatarios el pasado mes de diciembre.
Conversaciones con Bush y Brown
El Consejo Europeo de Primavera también ha traído un fortalecimiento de los lazos atlánticos del presidente del Gobierno.
En primer lugar, Zapatero ha mantenido una conversación telefónica con el presidente norteamericano, George W. Bush, tras la felicitación escrita por su victoria electoral recibida de manos del embajador de EE. UU. en España, Eduardo Aguirre. Zapatero y Bush han quedado en encontrarse en la cumbre de la OTAN que se celebrará en Bucarest entre el 3 y el 4 de abril.
Además, el jefe del Ejecutivo ha tenido un encuentro bilateral con el primer ministro británico, Gordon Brown, en el que que han coincidido en la necesidad de que la UE se sitúe a la vanguardia en la lucha contra el cambio climático.
Ambos mandatarios han exigido "una total transparencia" a los sistemas de crédito internacionales como respuesta a la desaceleración económica que está viviendo toda Europa. El tema de Gibraltar ha quedado de nuevo al magen de la conversación.