Bush admite que la economía de EE.UU. pasa por "momentos difíciles"
- Apoya las medidas de la Reserva Federal para incrementar la liquidez
- No descarta nuevas medidas impulsadas desde su Administración
El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, ha asegurado que la economía del país afronta momentos "difíciles", pero ha insistido en que el Gobierno hace y hará todo lo necesario para salir de la crisis.
"Una cosa es segura, atravesamos momentos difíciles", ha dicho el presidente tras reunirse con el secretario del Tesoro, Henry Paulson, y otros altos asesores económicos. Añadió que el otro factor que está claro es que el gobierno ha tomado "medidas decisivas".
El presidente ha elogiado a la Reserva Federal (Fed) por las medidas adoptadas durante el fin de semana para ayudar a mejorar la liquidez de las instituciones financieras.
Según Bush, la decisión del banco central de recortar las tasas de descuento que aplica sus préstamos a los bancos y adoptar otras medidas para aliviar la crisis crediticia demuestra que EEUU sigue de cerca el problema y está haciendo todo lo que puede para solventar la situación.
"Cuando sea necesario actuaremos de forma decisiva", ha apuntado, sin precisar qué otras medidas podría adoptar su administración.
Crisis de liquidez
Sus palabras llegan después de que la Fed se viese obligada el pasado viernes a rescatar al banco de inversión Bear Stearns, una institución legendaria de Wall Street que se vio al borde del precipicio ante su incapacidad para recaudar dinero a corto plazo en el mercado.
El banco, fundado en 1923, realizó grandes inversiones en activos vinculados a hipotecas de alto riesgo cuyo valor ha caído en picado. Además, tenía menos capital que algunos de sus rivales como Citigroup y Merrill Lynch.
En los últimos días, otros bancos se negaron a prestarle dinero, ante la creciente percepción de riesgo, lo que dejó a Bear Stearns sin suficiente efectivo disponible, o liquidez, para seguir financiando sus operaciones.
El temor ahora es que esa escasez de crédito, que puso en riesgo la continuidad de Bear Stearns, que ahora será adquirido por J.P. Morgan, afecte a otras instituciones financieras.