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Luces y sombras de la nueva normativa de seguridad en los aeropuertos

Coger un avión se ha convertido en un largo ceremonial por las exhaustivas medidas de seguridad.

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Descalzos por el aeropuerto

Viajar en avión se ha convertido en algo bastante incómodo para algunos pasajeros que se preguntan si de verdad son necesarios  todos los pasos que hay que dar desde que se factura el equipaje hasta el momento de embarcar.

A partir del 11 de septiembre de 2001, la seguridad en los aeropuertos se convirtió en una obsesión. Algo que se hizo más evidente en Europa cuando, en 2006, fue detenido en Londres un grupo de islamistas que pretendía hacer estallar aviones en vuelo con un explosivo líquido, el mismo que fue utilizado en los atentados del metro de la capital inglesa.

'Informe Semanal' ha recorrido varios aeropuertos para comprobar cómo funcionan los controles y qué opinan los viajeros de las exhaustivas medidas de seguridad.

Los pasajeros, por desconocimiento de la ley, en la mayoría de los casos se someten sin problemas a las indicaciones de policías y guardas de seguridad. Algunos viajeros, en cambio, critican las formas con las que es aplicada la normativa y protestan, además, porque dicha ley no aparezca expuesta en los aeropuertos de la red de AENA.

El programa ha hablado con David Raya, un joven con fibrosis quística y diabetes que tuvo que ver cómo los policías abrían y tocaban todos los medicamentos que necesitaba para su viaje. David se muestra indignado por haber tenido que mostrar a "un simple guarda de seguridad" un informe médico que él considera "confidencial" para justificar la existencia de todas sus medicinas.

Carles Santa Creu, jefe de Policía de Olot (Girona), cuenta cómo ha tenido que sufrir también la falta de tacto y la mala educación del equipo de seguridad aeroportuaria en varios de sus viajes.

"Somos sospechosos hasta que demostramos lo contrario", así lo ve otra pasajera que también tuvo que enfrentarse a un guarda de seguridad por considerar que sólo podía ser cacheada por un miembro de un cuerpo de seguridad del Estado.

Los más viajados, sin embargo, consideran que, comparadas con las de EEUU, las inspecciones en España son "relajaditas".