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EE.UU. mira a la economía cuando se cumple el quinto aniversario de la guerra de Irak

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Imagen de uno de los atentados suicidas en Irak

Se cumple el quinto aniversario de la guerra de Irak y la política exterior ha dejado paso a la economía como la mayor preocupación de los estadounidenses. Pero George Bush insiste en la  presidente estadounidense, George Bush, quien se ve en la curiosa posición de ser él quien lleve el conflicto a primer plano.

El presidente tiene previsto pronunciar una serie de discursos de cara al aniversario y la presentación, a principios de abril, del nuevo informe sobre la situación en Irak por parte del comandante de las tropas estadounidenses en el país árabe, el general David Petraeus.

En el primero de ellos, en Nashville el pasado martes, Bush aseguró que no dejará que en sus decisiones sobre la guerra influyan la campaña electoral estadounidense.

"Sólo será la paz de los años venideros lo que entre en mis cálculos", afirmó el presidente estadounidense en su alocución ante la Asociación Nacional de Emisoras Religiosas.

La guerra como arma electoral 

La guerra de Irak se ha convertido en un arma electoral arrojadiza en la campaña presidencial estadounidense, en la que los candidatos se castigan mutuamente por sus posiciones, por sus actos o, incluso, por sus silencios.

En ese ir y venir dialéctico, destaca la postura del ex militar y candidato presidencial republicano John McCain, que se ha mantenido firme a la hora de defender una guerra impopular, a la que ha vinculado la suerte de su campaña.

El senador conservador afirmó la semana pasada que la vía más rápida para poner fin al conflicto era continuar con ese incremento de tropas, una propuesta que rechazan sus rivales demócratas, Barack Obama y Hillary Clinton, que están a favor de retirar los efectivos militares estadounidenses lo antes posible.

Tanto Obama como Hillary se opusieron al citado incremento de tropas de la Casa Blanca, aunque el senador por Illinois rechazó la guerra desde el principio, a diferencia de Hillary, que votó a favor de autorizar la contienda.

La senadora recuerda con frecuencia que su rival no era senador cuando se autorizó la guerra y que, por lo tanto, su oposición fue meramente retórica.

Obama argumenta que sus objeciones a la guerra no fueron simplemente retóricas y recuerda que estaba en medio de su primera campaña al Senado en la que, dice, se jugaba mucho.

Aun así, un sondeo conjunto de la cadena de televisión NBC y el diario The Wall Street Journal divulgado el viernes muestra que el 35% de los encuestados cree que McCain tiene la estrategia acertada para Irak, comparado con el 30% que dijo lo mismo de Hillary y el 27% de Obama.

Los expertos señalan, de todos modos, que la economía ha desplazado a Irak como la principal preocupación de los votantes e insisten que esa percepción podría jugar a favor de los demócratas si se prolonga hasta noviembre, cuando los estadounidenses elegirán a su nuevo presidente en las urnas.

   "Si las elecciones son sobre Irak gana McCain y si son sobre la economía ganará un demócrata", dijo a Richard Parker, profesor de la Universidad de Harvard.

   El motivo, según el experto, es que si la actual crisis económica y financiera se prolonga, los votantes culparán de la situación a la actual administración republicana y favorecerán, probablemente, un cambio de gobierno.