Florida no repetirá las primarias demócratas

• El decisivo voto de los 218 delegados sureños queda en manos de las instancias federales
• De momento están apartados de la Convención Nacional porque no cumplieron las normas
• Los resultados anulados daban a Hillary Clinton 38 representantes más que a Barack Obama

Los demócratas de Florida han renunciado a celebrar nuevas primarias y confían en que Hillary Clinton y Barack Obama lleguen a un acuerdo y las instancias federales del partido admitan a sus delegados en la Convención Nacional.

Las autoridades del Partido Demócrata estadounidense castigaron a Florida, y también a Michigan, por realizar sus elecciones primarias antes del 5 de febrero y excluyeron a los dos Estados de la cita de agosto en Denver, donde se elegirá al candidato demócrata a Casa Blanca.

Clinton ganó ambas primarias y al hacerse cada vez más estrecha la lucha entre los dos aspirantes demócratas, la senadora de Nueva York había pedido la admisión de los delegados de Florida y Michigan en la convención o la repetición de las elecciones.

Pero, ante las dificultades para organizar nuevos comicios en Florida, el partido ha dejado la solución en manos del Comité de Normas y Reglamentos, que decidirá en abril sobre el voto de los 218 delegados en liza en ese Estado. El 29 de enero, Clinton obtuvo allí 38 delegados más que Obama.

Un Estado con elecciones complicadas

"El consenso es claro. Florida no quiere realizar una nueva votación", ha dicho la presidenta de los demócratas del Estado sureño, Karen Thurman, tras una reunión de los dirigentes locales en la que se descartó la convocatoria de nuevas primarias por correo. Las posibilidades de fraude hubieran sido muy grandes y la validez del resultado se hubiese cuestionado.

El sistema electoral de Florida ya se enfrentó a problemas en las elecciones presidenciales del año 2000, hasta el punto de que el Tribunal Supremo tuvo que pronunciarse sobre la validez de miles de papeletas. George W. Bush ganó este Estado y, en consecuencia, la presidencia frente al demócrata Albert Gore, por un ajustado margen de algo más de 500 votos.

También queda por resolver qué pasa con los delegados del Estado de Michigan, aunque en este caso parece que habrá una votación el 3 de junio.