Las caras B de Hollywood
El espectador de cine español posiblemente conozca la película 10.000, una superproducción hollywoodiense firmada por Roland Emmerich. Pero es más difícil que haya oído hablar de 100.000.000.
No se trata de una parodia de Mel Brooks, sino de un subproducto -¿de serie C?- realizado por una pequeña productora estadounidense que en vez de gastarse los 100 millones de dólares (63 millones de euros) que costó la cinta de Emmerich, no superó el millón de dólares (630.000 euros) de presupuesto.
La productora americana The Asylum está especializada en hacer versiones baratas -cutres, dirán algunos- de las películas y superproducciones más esperadas por los espectadores.
Así, Soy leyenda tiene su paralelo en Soy Omega. Transformers es para esta productora Transmorphers. La catastrófica Serpientes en el avión se convirtió en Serpientes en el tren, después de un rodaje de tres meses. Para los efectos especiales, nada de grandes animaciones ni artefactos increíbles.