Una huelga general vuelve a paralizar Grecia

• Los trabajadores protestan por una nueva reforma de pensiones
• EL Gobierno ha asegurado que, si no se aprueban las reformas, el país podría sufrir un colapso

Decenas de trabajadores del Banco Central Griego participan en una manifestación en Atenas, Grecia. Los empleados de banca griegos se han sumado a las huelgas generales contra las reformas en el sistema de seguridad social que el Gobierno conservador griego se propone implantar.

La vida pública de Grecia se encuentra paralizada debido a una huelga general de 24 horas en protesta contra la reforma del sistema de pensiones que pretende aplicar el Gobierno del primer ministro conservador, Costas Caramanlis.

Centenares de vuelos han sido cancelados por la participación de los controladores aéreos en el paro laboral entre las 14.00 y 18.00 GMT. Un portavoz de la compañía española Iberia informó hoy en Atenas de que la huelaga no ha afectado a ningún vuelo de la línea.

Los sindicatos del sector privado y público, que representan a 1,5 millones de trabajadores, convocaron esta huelga en vísperas de la votación en el Parlamento de las reformas del sistema de seguridad social.

Los autobuses, trenes, barcos y los servicios de transporte hacia al aeropuerto internacional de Atenas no funcionan desde de las 4.00 horas GMT. Sólo los trolebuses y el metro, en marcha entre las 8.00 y las 13.00 horas GMT, han facilitado el acceso de los trabajadores a la manifestación convocada en el centro de la capital.

Se han sumado a la huelga los médicos, farmacéuticos, abogados, periodistas (durante dos jornadas), profesores, ingenieros y empleados de bancos y gasolineras.

Además, la huelga de 15 días de los recolectores de la basura en Atenas ha ocasionado montones de basura de 70.000 toneladas en las calles de la capital pese a que algunos ayuntamientos han alquilado los servicios de compañías privadas para recogerla en parte.

Los apagones de dos a tres horas en todo el país continúan durante los últimos diez días.

El Gobierno alega que la reforma es necesaria

Los trabajadores protestan contra el aumento de la edad de jubilación y la reducción de las cajas de jubilación de actualmente 133 categorías a 13, y aquellas que registran un superávit deberán compensar los déficit sufridos por el resto.

Los cambios afectan sobre todo a las mujeres que deberán trabajar unos cinco años más al tiempo que se ofrecen incentivos para que los empleados se jubilen más tarde.

El Gobierno, conservador, alega que si no se hacen modificaciones, el sistema social colapsará en unos 15 años.