La falta de agua potable se ceba con la infancia
Más del 40% de la población mundial consume agua sin el saneamiento adecuado
Por esta causa mueren de diarrea 5.000 niños al día
El objetivo es que 1.600 millones de personas accedan a agua potable antes de 2015
Casi 1.000 millones de niños y adolescentes mueren cada año por tomar agua en malas condiciones. Este dato escalofriante es el banderín de enganche con el que Naciones Unidas y la Organización Mundial de la Salud quiere dar un enfoque distinto al Día Mundial del Agua, centrándose en los problemas de abastecimiento que sufren millones de personas en el mundo.
En concreto, la falta de saneamiento afecta a 2.600 millones de personas, un 41% de la población mundial, de los que 980 millones son menores de edad y 280 millones tienen menos de cinco años.
De hecho, los niños son los más vulnerables a esta situación. El agua de mala calidad hace que contraigan con mayor facilidad la diarrea, segunda causa de mortalidad infantil, que mata cada día a 5.000 menores de cinco años.
Efectos sociales
La escasez de letrinas también provoca problemas sociales. Según Unicef, la falta de condiciones higiénicas hace que muchas niñas dejen de ir a clase cuando comienzan a menstruar. Esta organización humanitaria calcula que la existencia de baños en las escuelas aumentaría un 10% la tasa de escolarización de las niñas en todo el mundo.
Este problema plantea un importante reto para el futuro, ya que de los 120 millones de niños que nacen cada año en el mundo en desarrollo, la mitad vivirá en hogares sin letrinas ni agua.
Problemas en África
Por continentes, África vive la situación más grave, con un 62% de la población sin acceso a instalaciones sanitarias o retretes en los que las aguas fecales no estén en contacto con el hombre.
Con todo, Unicef asegura que durante los últimos quince años la situación ha mejorado. Entre 1990 y 2004, 1.200 millones de personas lograron acceder a un suministro adecuado. Sin embargo, para alcanzar los Objetivos del Milenio deben lograrlo otros 1.600 millones antes de 2015.
Para ello es necesario que los gobiernos deben atajar la falta de saneamiento de forma decidida. Se calcula que unos 200 millones de residuos humanos e innumerables toneladas de aguas fecales pasan al torrente de los ríos cada año, lo que supone una fuente infinita de virus, bacterias y parásitos.