El Metro de Madrid ya cuenta con su propio museo en la 'estación fantasma' de Chamberí

• El nuevo Museo de Metro ha costado 3,8 millones de euros
• Se podrá vivistar de martes a domingo y con entrada gratuita
• Los visitantes podrán ver la estación de Chamartín tal y como era hace 89 años
• También se podrá visitar la Nave de Motores de Pacífico

Metro de Madrid permite el uso de las bicicletas en el suburbano

La 'estación fantasma' de Chamberí se ha convertido, tras 15 meses de rehabilitación y 3,8 millones de euros, en el Museo de Metro, que podrá ser visitado de forma gratuita de martes a domingo.

Desde 1966 esta estación era la única clausurada del suburbano madrileño y ahora se ha convertido, en palabras del alcalde de Madrid, Alberto Ruíz- Gallardón, en "un recuerdo vivo del Madrid histórico".

El metro de Madrid fue inaugurado en 1919 como parte del Ferrocarril Metropolitano Alfonso XIII, un proyecto iniciado dos años antes bajo la dirección del arquitecto Antonio Palacios.

La estación de Chamberí, bajo la plaza del mismo nombre, ocultaba en sus andenes lo mejor del trabajo de este arquitecto: un diseño ornamental hecho en cerámica sevillana en azul de reflejo cerámico y azulejos blancos biselados. Los espacios de acceso y vestíbulo eran abovedados.

Los arquitectos responsables de la obra actual, Miguel Rodríguez y Pau Soler, han tenido que recuperar, sobre todo, la azulejería, atacada por las sales y el hollín, y acabar con el deterioro provocado por las pintadas y los destrozos que han dejado a su paso "grafiteros" o mendigos como los que fingían dormir allí en la película de Fernando León "Barrio".

El visitante de 'Andén 0 Chamberí', al que se entra por una espiral de cristal que alberga la escalera y el ascensor, se encontrará con las taquillas, las barreras de acceso y los indicadores de la estación tal y como era hace 89 años.

En el andén visitable, protegido por mamparas de cristal de las vías por donde no ha dejado de pasar el metro de la línea 1 en los 42 años que ha permanecido cerrado, siguen los anuncios hechos en mosaico de Portland Iberia o Gal y se han incorporado pantallas gigantes que proyectan documentales de la época.

 A 5 kilómetros de allí está la Nave de Motores de Pacífico, levantada en 1924 para contribuir al crecimiento de la red eléctrica y solventar las paradas en el metro por falta de energía, y cerrada en 1972.

Tanto la estación de Chamberí como la Nave de Motores, convertidas ahora en el Centro de Interpretación del Metro de Madrid, cuyo mantenimiento costará a Metro y al Ayuntamiento 800.000 euros anuales, abrirán al público de martes a viernes de 11.00 a 19.00 horas. Los sábados, domingos y festivos abrirá de 10.00 a 14.00 horas. Su entrada será gratuita y contarán además con visitas guiadas en grupo.

 Metro de Madrid permite la entrada de las bicletas en días laborables

Todos los que quieran ir a visitar el nuevo museo en bicicleta podrán hacerlo ya que a partir de ahora los usuarios de Metro pueden viajar con sus bicicletas los días laborables en los tramos horarios con menor afluencia de público, entre las 10.00 y las 12.30 horas y desde las 21.00 horas hasta el cierre del suburbano.

Hasta ahora estos vehículos sólo podían introducirse en el suburbano los sábados, domingos y festivos durante todas las horas del servicio. Con la ampliación de horarios, los usuarios de Metro podrán viajar con sus bicis entresemana en todas las líneas y ámbitos de la red, incluyendo Metronorte, Metrosur, TFM y Metro Ligero.

Los usuarios podrán transportar las bicicletas por escaleras mecánicas, pasillos rodantes y ascensores, siempre y cuando no molesten al resto de viajeros, que tendrán siempre prioridad. Por otra parte, las bicis plegables que vayan recogidas se considerarán bultos de mano, por lo que no se someterán a estas normas.

Metro de Madrid, que sólo permitirá un vehículo por viajero y billete, recomienda utilizar los vagones más próximos a las cabinas de conducción y permite únicamente dos bicicletas por coche. Asimimo, estará prohibido montar en bici en todas las instalaciones del suburbano.

La Asociación Cicloturista de Usuarios de la Bicicleta, Pedalibre, ha acogido muy bien esta iniciativa y ha asegurado que la medida animará a más ciudadanos a utilizar la bicicleta en la capital.

Esta organización ha pedido que no exista un horario restringido para la entrada de las bicicletas al suburbano y que sean los empleados de Metro los que autoricen o prohíban la entrada de las bicicletas en función del número de usuarios en cada momento.