Bush llama al presidente chino y le pide un "diálogo significativo" con el Dalai Lama
- Acuerda con Hu Jintao mantener la vigilancia sobre el desarme nuclear de Corea del Norte
- China recibe en el Tíbet a una expedición de periodistas de medios extranjeros
- El presidente estadounidense verá a Putin en Rusia para hablar del escudo de misiles
El presidente de EEUU, George W. Bush, ha dado el paso diplomático más notable emprendido por su gobierno desde que estallara la crisis en la región del Tíbet hace dos semanas. En una conversación con su homólogo chino, Hu Jintao, ha expresado su preocupación por la situación que atraviesa la región autónoma china.
En una llamada a iniciativa propia, Bush ha instado al mandatario chino a participar en un "diálogo significativo" con el líder espiritual tibetano, el Dalai Lama, y ha pedido que se permita el acceso a la región a diplomáticos y periodistas extranjeros, ha indicado la portavocía de la Casa Blanca.
La administración estadounidense da así un paso adelante, después de que Bush se limitara a decir el martes que mantenía su deseo de asistir al acto inaugural de los Juegos Olímpicos de Pekín el próximo 8 de agosto, frente a las amenazas de un posible boicot por parte del presidente francés, Nicolas Sarkozy.
Pekín abre la mano a la prensa extranjera
El Gobierno chino ha anunciado que se han "entregado" a la Policía más de 660 participantes en las revueltas del Tíbet y provincias vecinas, que podrían enfrentarse a condenas de 10 años de prisión a cadena perpetua o incluso la pena de muerte, según establece el código penal chino.
De momento, la administración china abre la mano al recibir a un grupo de periodistas extranjeros de 19 medios de comunicación, que ha llegado este miércoles a Lhasa procedente de Pekín, en un viaje organizado por las propias autoridades chinas.
Es el primer grupo de reporteros al que se permite entrar en el Tíbet para investigar los incidentes violentos del 14 de marzo en Lhasa, todavía no aclarados, ya que la propaganda china y la tibetana se contradicen a la hora de describir lo ocurrido.
Presión a Corea del Norte
No sólo se ha limitado la conversación a la situación del Tíbet. El presidente norteamericano ha aprovechado la llamada a Pekín para coordinar su política de presión a Corea del Norte para seguir el programa de desnuclearización del país.
Bush y Jintao han reafirmado su "compromiso de continuar trabajando estrechamente con los socios del proceso a seis para presionar a Corea del Norte para que ofrezca una declaración completa y exacta de todos sus programas de armas nucleares y de todas sus actividades de proliferación nuclear, y de desactivarlas según lo acordado", ha indicado la portavoz de la Casa Blanca, Dana Perino, en un comunicado.
Encuentro con Putin
El presidente estadounidense también ha comunicado en una entrevista con medios extranjeros que se reunirá la próxima semana con su colega ruso, Vladimir Putin, en Sochi, en el sur de Rusia.
La reunión se celebrará el día 6, al término de una gira por el este de Europa que llevará también a Bush a Ucrania y a Rumanía, para participar en la cumbre de la OTAN entre el 2 y el 4 de abril, y a Croacia.
El encuentro será, con toda probabilidad, el último de ambos durante la presidencia de Putin, que en mayo cederá el puesto a su sucesor, Dimitri Medvédev.
Según ha declarado Bush, en la reunión ambos mandatarios abordarán, entre otros asuntos, el escudo de misiles que EE.UU. quiere desplegar en el este de Europa y que ha recibido duras críticas de Moscú.
Durante la cumbre de la OTAN, el presidente estadounidense tiene previsto abogar a favor de incluir a Georgia y Ucrania, dos ex repúblicas soviéticas, en la órbita de la Alianza.
En una entrevista publicada el martes por el diario Financial Times, Medvédev se pronunció en duros términos contra la posibilidad de que ambas repúblicas, protagonistas hace cuatro años de las "revoluciones de colores" contra la influencia rusa, puedan ser aceptadas dentro de la órbita de la OTAN.