Obligadas a bañarse con pirañas y soportar taránturas en el circo italiano de los horrores
- Los Carabineros detienen a tres dueños del Circo Marino por esclavitud y secuestro
- Explotaban a un matrimonio búlgaro y a su dos hijas de 19 y 16 años
- Las jóvenes tenían que compartir número con pirañas, serpientes y tarántulas
Las obligaban a bañarse con pirañas y a meterse en una vitrina con serpientes y tarántulas. Formaba parte del espectáculo de un circo de la región de Campania, al suroeste de Italia.
Los responsables del "Circo Marino" tenían esclavizados a un matrimonio búlgaro y a sus dos hijas. Según informan los medios italianos, los Carabineros detuvieron el pasado domingo al propietario del circo, de 57 años, a su hijo, de 33, y a su yerno de 25. Les acusan de sometimiento a la esclavitud, secuestro y trata de personas.
Según informan los periódicos italianos, otras tres personas están denunciadas por los hechos, aunque se encuentran en libertad.
Los hechos fueron denunciados por un espectador que no pudo resistir ver las vejaciones a las que eran sometidas las jóvenes.
La mayor de las dos jóvenes, Giusi, de 19 años, era sumergida en una bañera de agua fría con pirañas ante la mirada del público. Si trataba de escapar, uno de los jefes la retenía en la pila a empujones. Durante la actuación la joven mantenía los ojos cerrados para vencer el miedo.
El agua fría mermaba la ferocidad de las pirañas, ya que el hábitat de estos peces carnívoros son las aguas cálidas, pero ponía en peligro la salud de la joven. La chica había sido operada de un tumor en el oído y los médicos le recomendaron que no se sumergiera.
Entre tarántulas y serpientes
A su hermana menor, Ana, de 16 años, la colocaban en una vitrina de cristal a la que arrojaban a continuación serpientes y tarántulas. Según informa Il Giornale, en una ocasión fue mordida por una serpiente y otra vez uno de los animales estuvo a punto de estrangularla.
Éstas eran las dos atracciones principales del "Circo Marino", que recorrió varias localidades de la Campania antes de que un espectador, alarmado por las vejaciones que había presenciado, denunciara los hechos a los Carabineros.
Agentes de este cuerpo investigaron los hechos y grabaron en vídeo varias actuaciones antes de proceder, el pasado domingo, a la detención de los responsables.
A los padres de las jóvenes los obligaban a cocinar y a realizar todo tipo de tareas domésticas y, en conjunto, la familia recibía un salario semanal de 100 euros y no los 480 euros acordados.
Vivían en dos autocarabanas en pésimas condiciones higiénico-sanitarias. No podían abandonar en ningún momento el circo, ni siquiera para ir al médico.
Por una situación similar habían pasado otras familias procedentes de Europa del Este que lograron escapar de la vigilancia de los encargados del circo.