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Las claves del caso Gescartera

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En el verano de 2001, se destapó un escándalo financiero que conmocionaría la vida económica del país y que salpicó a la Iglesia, el Ejército, organizaciones profesionales y hasta a la ONCE. El destape hizo, además, rodar las cabezas de altos cargos del PP, que gobernaba entonces con mayoría absoluta.

La investigación duró cuatro años y puso sobre la mesa del Tribunal 50.000 folios de sumario. Ahora, siete años después del ¿destape¿ hay verdad judicial, la ha dictado este 26 de marzo la Audiencia Nacional en una sentencia que tiene 592 páginas, con ocho condenados a 52 años de cárcel, en total.

Hoy también dos cajas de ahorros condenadas a pagar a los afectados, sin embargo, sigue sin responder la incógnita de adónde han ido a parar los 50 millones de euros que defraudó Camacho. Esa, no se puede responder, pero estas otras preguntas sí.

  • ¿Qué era y a qué se dedicaba Gescartera? Era una sociedad que prestaba servicios de asesoramiento y gestión en materias jurídica, fiscal, económica, financiera, contable, laboral y de administración de fincas. Fue creada en 1992 como sociedad de valores y en 2001 se transformó en agencia de valores. Ese mismo verano se descubrió lo que en verdad era: un chiringuito que le costó 50 millones de euros a 4.000 grandes y pequeños inversores.
  • ¿Cómo funcionaba Gescartera? La agencia se dedicaba a captar inversores, lo que no resultaba difícil por los buenos contactos de sus directivos. En teoría, los fondos captados eran invertidos, pero en realidad se iban esfumando mediante el pago de comisiones y por custodia del dinero de las supuestas operaciones en bolsa.
  • ¿Cómo se destapó el pastel? Desde diciembre de 1998 Hacienda investigaba a Gescartera por un descuadre en sus cuentas de 30 millones de euros. El 14 de junio de 2000, la CNMV interviene Gescartera y un mes después detectan un agujero de 80 millones de euros.
  • ¿Quién es Antonio Camacho? Era el apoderado y máximo accionista de Gescartera, cerebro del fraude y ahora, el que mayor condena ha recibido (11 años, por apropiación indebida y falsedad documental). Conseguía inversores gracias a una red de contactos, en la que había políticos, financieros, militares y hasta obispos. Es el máximo responsable de la apropiación indebida de 50 millones de euros que no se sabe adónde han ido. De al menos parte de ese dinero daban cuenta los lujosos hábitos de Camacho, aficionado a Armani, BMW o Jaguar.
  • ¿Quién son los otros condenados? Pilar Jiménez-Reyna (tres años y medio) era la presidenta de Gescartera; José María Ruiz de la Serna (diez años y medio) era el número dos de la agencia; Aníbal Sardón (nueve años) era propietario de Asesoría y Gestión de Patrimonios, vinculada a Gescartera; Francisco Javier Sierra de la Flor (seis años y medio) era el subdirector general de la agencia; también han sido condenados a tres años dos empleados de La Caixa, José Alfonso Castro Mayoral y Miguel Carlos Prats.
  • ¿Por qué han condenado a La Caixa y Caja Madrid? El Tribunal las considera responsables civiles subsidiarios del agujero patrimonial y de los perjuicios a causados a los inversores de Gescartera. Se les condena a pagar 89,99 millones de euros, pero ya han anunciado que recurrirán al Tribunal Supremo.
  • ¿Qué políticos dimitieron? El alto rango político de los contactos de Camacho dió sentido a la apertura de una comisión parlamentaria de investigación. Salpicados de lleno por el escándalo, dimitieron Enrique Jiménez-Reyna, Secretario de Estado de Hacienda y hermano de la presidenta de Gescartera; y Pilar Valiente, presidenta de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Enrique Jiménez-Reyna, exculpado en el proceso penal, dimitió cuando se supo que antes de que se produjera la intervención de Gescartera contactó con Camacho a petición de su hermana.
  • ¿Quiénes invertían en Gescartera? En las manos de Camacho, pusieron su dinero 4.000 afectados, de los que la mitad recuperaron su dinero. El Gobierno puso a disposición de ellos una caja que salía del fondo de garantía, pero sólo para cuantías inferiores a 20.000euros.
  • ¿Quiénes eran los grandes inversores? Entre otras, 30 órdenes religiosas (1.885 millones de pesetas), Mutualidad de la Policía (1.500 millones), Asociación de Huérfanos de la Guardia Civil (400 millones) y la Fundación ONCE, que además de tener invertidos 540 millones, poseía el 10% de Gescartera.