Bush lanza la mayor reforma del sistema financiero norteamericano desde la Gran Depresión
- Da a la Reserva Federal mayor control sobre todo el sistema financiero, incluido Wall Street
- Sin embargo, sólo podrá actuar cuando se produzca un desplome a gran escala
- El plan no será aplicado hasta que finalice la crisis actual
La mayor reforma regulatoria del sistema financiero desde la Gran Depresión. De esta forma tan grandilocuente ha presentado el secretario del Tesoro norteamericano, Henry Paulson, el paquete de medidas que la Administración Bush ha puesto en marcha para que una crisis como la actual no se vuelva a repetir.
"Nuestra estructura reguladora actual no fue establecida para lidiar con el sistema financiero moderno", ha subrayado Paulson tras presentar el plan en Washington. "Gran parte de nuestro sistema regulador actual fue creado tras la Gran Depresión y fue desarrollado como reacción, creando entidades reguladoras como respuesta a innovaciones de mercado o a problemas en los mercados", ha añadido.
Más poder para la Fed
La revisión del sistema financiero norteamericano, plasmada en un informe de 218 páginas, fue iniciada hace un año, en vísperas de la aparición de los primeros signos de graves problemas en los mercados, que aún no se han resuelto.
El punto 'estrella' es, sin duda, la ampliación de los poderes de la Reserva Federal (Fed) sobre todo el sistema financiero, incluidas las empresas y los bancos de inversiones de Wall Street.
En un país donde el liberalismo económico es seguido a rajatabla, cualquier control sobre mercado financiero es noticia. Sin embargo, la intervención de la Fed será a posteriori y siempre y cuando las malas prácticas afecten al sistema financiero como un conjunto.
Con todo, el poder de prevención de la Reserva Federal será mínimo, ya que no podrá hacer más que recoger información hasta que se haya producido una crisis a gran escala.
Nuevos organismos reguladores
Además de la Fed, el plan contempla la creación de dos nuevas entidades reguladoras. Se encargarán de garantizar la salud financiera de los bancos y la protección de consumidores e inversores, respectivamente.
Paulson también ha propuesto establecer una comisión federal que vigile la forma en que los bancos otorgan hipotecas, un negocio que actualmente está regulado casi íntegramente por las autoridades estatales.
En el apogeo del "boom" inmobiliario, los bancos extendieron préstamos a personas que claramente no podían permitírselos, con la expectativa de que los precios de la vivienda seguirían subiendo y podrían vender la casa posteriormente.
Propuesta a largo plazo
El plan de Paulson puede quedar en un mero brindis al sol debido al particular calendario político estadounidense. En primer lugar, porque requiere la aprobación del Congreso, de mayoría demócrata.
En segundo lugar, debido a que "no debe ni será" puesto en marcha antes de que solventen las dificultades actuales, lo que supone que, en realidad, lo desarrollará el presidente que sea elegido en las elecciones del próximo mes de noviembre.
Dimite el secretario de vivienda
El que, a buen seguro, no participará en la aplicación de este plan es el secretario de Vivienda, Alphonso Jackson, que ha dimitido por las acusaciones de favoritismo que afronta mientras el sector inmobiliario se hunde como consecuencia de las llamadaas hipotecas basura.
Jackson, que ha asegurado que ha tomado esta decisión para atender asuntos personales y familiares, ha sido denunciado por favorecer presuntamente a algunos contratistas en proyectos de su departamento durante los últimos dos años.