Los expertos descartan la cadena perpetua para los delincuentes sexuales
- Recomiendan otros procedimientos como la libertad vigilada o el tratamiento hormonal
- Una comisión de expertos de Cataluña elabora un decálogo con alternativas
- Apuestan por reformar el Código Penal para incorporar la "vigilancia de conducta"
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Una comisión de expertos de Cataluña ha presentado un informe por el que detallan una serie de propuestas para casos como el de Mari Luz. En él descartan la aplicación de la cadena perpetua.
La comisión ha propuesto que se aplique la libertad vigilada y un tratamiento hormonal consentido para reducir el deseo sexual en los casos graves de violadores que hayan cumplido la totalidad de su condena y que, al quedar libres, presenten un alto riesgo de reincidencia.
Con el apoyo de la conselleria de Justicia y de la Fiscalía Superior de Cataluña, la comisión de expertos, presidida por el ex fiscal jefe José María Mena, propone en un decálogo que se reforme el Código Penal para añadir la "libertad vigilada" durante tres o cinco años, como instrumento de control posterior a la excarcelación, y la "supresión hormonal reversible", una especie de inhibidor farmacológico aplicado con el consentimiento del violador, para reducirle el deseo sexual una vez quede en libertad.
El "riesgo cero", imposible
Mena ha subrayado que, en el estudio, parten de la premisa de que lograr el "riesgo cero" de reincidencia es imposible, pero que aún se pueden adoptar medidas para lograr una mayor coordinación entre instituciones, mejorar la atención a las víctimas y tratar de reducir al máximo el riesgo de reincidencia.
Para ello, una de las medidas más destacadas que proponen es que a los violadores que acaban su condena se les aplique, con su consentimiento, un programa farmacológico de "supresión hormonal reversible" para reducir su deseo y sus fantasías sexuales, de manera complementaria a otras medidas de tratamiento psicosocial.
Mena ha puntualizado que se trataría de una medida orientada a facilitar la reinserción y que únicamente sería un "tratamiento terapéutico" y nunca una "pena personal". Por ello, ha marcado distancias con la "propuesta populista y demagógica francesa de la castración química, que ni es castración ni es química", ha dicho.
Libertad vigilada a través de "pulseras telemáticas"
Otra de las medidas planteadas por los expertos es reformar el Código Penal para permitir que, cuando el juez o el tribunal dicten condena, puedan acordar como medida de seguridad una vez cumplida la pena que se establezca un período de entre tres y cinco años de "libertad vigilada" o "vigilancia de conducta", a través de la vigilancia policial o el uso de instrumentos como pulseras telemáticas.
En estos casos, serían los especialistas de instituciones penitenciarias los que, en base a unos requisitos comunes, determinarían al final de la condena si el violador presenta riesgo de reincidencia y, por lo tanto, si finalmente se le aplica o no la libertad vigilada, como ya ocurre con el caso del violador del Eixample de Barcelona, que cumplió su pena el verano pasado.
Rerforma de la Ley del ADN
Otra de las medidas propuestas es la reforma de la denominada Ley del ADN, aprobada el pasado año, para que se puedan tomar muestras de ADN a este tipo de delincuentes antes de que queden en libertad para que así sepan que si reinciden serán fácilmente identificados.
Se trataría, según Mena, de que la misma facilidad que hay ahora para tomar huellas dactilares a los detenidos y presos se mantenga para las muestras del ADN, que irían a parar a un banco de datos que tendría que ser accesible para todos los cuerpos policiales.