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"Me debes una caña, te dije que sería ella"

  • Saénz de Santamaría vive un día de gloria al ser elegida portavoz popular en el Congreso
  • Entra la prensa se han escuchado voces de nostalgia 'por los tiempos de la crispación'
  • Su nombre figuraba desde hace días entre los favoritos

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Si para un ciudadano el momento más importante de cada legislatura coincide con la elección de un nuevo presidente, para los cronistas políticos ese instante no es otro que la elección de portavoces. Después de hacerse esperar tres semanas, finalmente Rajoy ha desvelado la identidad de sus nuevos portavoces, una incógnita que ha puesto a más de un periodista de los nervios. "Estamos sobreactuados", reconocía una redactora, entre gritos y carreras en la locura vivida en el hotel madrileño que ha acogido de la Junta Directiva Nacional del Partido Popular.

La elección de los nuevos portavoces populares para el Congreso y el Senado ha sido seguida con mucha expectación por toda la prensa, aunque el resultado final no ha terminado de convencer a todos.

"Me parece que voy a echar de menos la crispación... ¿Tú ves algún titular del tipo Soraya acusa o Alonso acusa...? Sinceramente, creo que vamos a echar mucho de menos a Zaplana", comentaban entre risas varios periodistas.

La nueva portavoz salía sonriente del 'Salón Tapices' -lugar donde el PP ha celebrado la Junta- acompañada por su principal valedor, Mariano Rajoy. Vestida con un traje chaqueta gris y calzando unos tacones de vertigo, Saénz de Santamaría se mostraba aturdida por tantas felicitaciones. La prensa gráfica le exigía un beso al 'jefe', todo para salvar una buena foto después de un posado pactado sin gracia ni valor.

'¿Hemos cumplido?', ha preguntado Mariano Rajoy flanqueado por sus dos candidatos y con una amplia sonrisa de satisfacción tras haber desvelado su apuesta de cara al Congreso. Resultaba curioso observar cómo pesos pesados de antaño, como Ángel Acebes, se intentaban hacer un hueco en una foto en la que ya no hay lugar para ellos.  

La mañana comenzaba mal -cómo no-, cuando muchos periodistas, fotógrafos y cámaras de televisión se quedaban con las ganas de conocer las quinielas que los miembros de la Ejecutiva tenían en mente de cara a las portavocías del Congreso y el Senado.

La celeridad con que los cargos políticos entraban al salón de actos y las restringidas medidas de la puerta de acceso impedían trabajar a más de un redactor. Un fiasco que muchos han resuelto a golpe de  cortado en una cafetería repleta de 'profesionales de los medios' que se quejaban de los precios de las consumiciones. "Que te cobren 3,20 euros por un café es un insulto", argumentaba un cámara, mientras la conexión con el discurso de Rajoy llevaba ya varios minutos emitiéndose.

Una comparecencia en la que el líder popular ha querido hacer un 'breve' repaso de los temas que hoy por hoy más le preocupan. Tan breve que han tenido que pasar 40 minutos para escucharle decir por primera vez la palabra portavoz.

"¿Ha dicho algo ya?", preguntaba un despistado cámara de TV. "Nada de nada. Yo estoy por verme luego el resumen", le contestaba otro compañero. A medida que pasaban los minutos, la impaciencia se convertía en guasa. Nadie podía creer que el tema estrella se retrasara tanto.

Los minutos pasaban, nada nuevo bajo el sol. Había tiempo para echar un vistazo a la sala de prensa y comprobar cómo cronistas de renombre se entremezclaban con 'plumillas' de a pie. Sin duda, un síntoma de que era un día importante en el que el nombre de los 'elegidos' se ha hecho esperar.

Sonrisa maleficiosas entre muchos de los asistentes al escuchar por fin a quién tendrán que asediar con sus preguntas durante los próximos cuatros años. "Me debes una caña, te dije que sería ella". Ésa es a la conclusión que muchos han sacado de esta Junta.