Bush pide que Ucrania y Georgia entren en la OTAN
- Rusia advierte que la entrada de los dos países marcaría un punto de no retorno
- Putin esperaba que EE.UU. abandonase esa idea a cambio del escudo antimisiles
- Francia y Alemania consideran que no cumplen los criterios para entrar en la Alianza Atlántica
El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, ha empezado fuerte la cumbre de la OTAN que se está celebrando en Bucarest. Nada más llegar a la capital rumana ha apoyado explícitamente la entrada de Georgia y Ucrania, dos repúblicas ex soviéticas enfrentadas abiertamente a Rusia, en la Alianza Atlántica.
En un discurso previo a este encuentro, que se celebra a partir del próximo 2 de abril, el presidente norteamericano ha dejado claro que seguirá intentando que los miembros de la OTAN den el visto bueno para que ambos países inicien el plan de adhesión a esta organización.
"Ayudar a Ucrania a convertirse en miembro de la OTAN interesa a cada miembro de la alianza y ayudará a avanzar en la seguridad y la libertad en esta región y en el mundo", ha declarado Bush solemnemente en una conferencia de prensa celebrada junto al presidente ucraniano, Viktor Yushenko.
Escepticismo europeo
"Los miembros de la OTAN deben estar abiertos a la entrada de todas las democracias europeas que lo deseen", ha añadido en una clara advertencia a sus socios europeos, que mayoritariamente se han mostrado escépticos a esta adhesión.
De hecho, Francia y Alemania, junto con otros países europeos, consideran que ambos países no cumplen los criterios para entrar en la OTAN. Por ejemplo, apenas un 30% de la población ucraniana está de acuerdo con que su país forme parte de la alianza. Por su parte, Georgia ni siquiera controla todo su territorio, ya que dos regiones prorrusas -Abjasia y Osetia del Sur- han declarado formalmente su independencia.
Indignación rusa
La respuesta rusa no se ha hecho esperar. El enviado de Moscú a la cumbre, Dmitry Rogozin, ha advertido a Estados Unidos que, si se inicia la adhesión a la OTAN de Georgia y Ucrania, las relaciones entre Rusia y la OTAN darán "un vuelco dramático" hasta llegar a "un punto de no retorno".
De esta forma se rompe también una de las hipótesis con la que habían trabajado fuentes diplomáticas, según la cual Bush accedería a dilatar en el tiempo la entrada de estos dos países en la OTAN a cambio de llegar a un acuerdo a regañadientes con Putin para colocar su escudo antimisiles en Polonia y la República Checa.
De hecho, ambos mandatarios tenían previsto encontrarse el próximo 4 de abril en Bucarest, donde Putin acudirá como invitado, para luego viajar juntos a la residencia de verano del presidente ruso, situada en Sochi, para pasar unos días de asueto.