Condenado a la cárcel un matrimonio argentino tras la denuncia de su hija adoptiva
- Un militar entregó a la niña, hija de desaparecidos, a su padres adoptivos durante la dictadura.
- Es el primer juicio en el que un hijo adoptivo se querella contra sus padres.
Un tribunal de Argentina ha condenado a 7 y 8 años de cárcel a un matrimonio acusado del robo de una bebé durante la última dictadura militar (1976-1982), en el primer juicio que se celebra en el país en el que una hija de desaparecidos se querella contra sus padres adoptivos.
Además de la pareja que integran Osvaldo Rivas y María Cristina Gómez Pinto, el juez ha establecido otra condena de 10 años al militar retirado Enrique Berthier, quien en 1978 entregó al matrimonio a la actual querellante, María Eugenia Sampallo Barragán.
La sentencia considera probado que los imputados incurrieron en los delitos de de retención y ocultamiento de una menor de 10 años y, en el caso de Rivas y Berthier, falsificación de documento público.
Sampallo, que integra la lista de los 88 jóvenes a los que las Abuelas de Plaza de Mayo han logrado restituir su identidad y que actualmente tiene 30 años, había pedido que los delitos atribuidos a los imputados fueran considerados de "lesa humanidad" en el juicio, que comenzó el 19 de febrero último.
Tanto la acusación particular como la Fiscalía habían solicitado una condena de 25 años de cárcel para el matrimonio y el militar, acusado de entregar a Sampallo a la pareja Rivas-Gómez Pinto. Por su parte, la defensa de los acusados pidió su absolución, al alegar que "no podían tener conocimiento" del origen de la niña y que habían prescrito los cargos que se les imputan.
Malos tratos
Hija de los desaparecidos Mirta Barragán y Leonardo Sampallo, la joven fue inscrita como hija propia del matrimonio Rivas-Gómez Pinto con el nombre de María Eugenia Violeta Rivas y con fecha de nacimiento del 8 de mayo de 1978. La pareja reveló a María Eugenia que no eran sus verdaderos padres cuando la chica tenía siete años, pero le ocultaron su origen dándole diversas versiones, como que su madre había muerto en un accidente o que era azafata y vivía en Europa.
Durante el juicio, la joven contó los malos tratos a los que era sometida durante su infancia, especialmente por parte de María Cristina Gómez Pinto. María Eugenia cortó su vínculo con Rivas y Gómez Pinto en 1999, dos años antes de conocer su verdadera identidad gracias a unos análisis genéticos que demostraron que era hija del matrimonio Sampallo-Barragán y que había nacido en febrero de 1978, dos meses después del secuestro de sus padres.
Las Abuelas de Plaza de Mayo, cuyos abogados patrocinan a Sampallo, calculan que unos 500 hijos de desaparecidos fueron robados a sus padres cuando estaban en cautiverio. Según cifras oficiales, 18.000 personas desaparecieron en Argentina durante el último gobierno de facto, aunque las organizaciones de derechos humanos elevan la cifra a 30.000.