El PNV se limita a "pedir dimisiones" de los cargos de ANV sin recurrir todavía a mociones de censura
- Urkullu dice que Zapatero "no quiere sus votos" para formar nuevo gobierno
- El líder vasco se queja del "linchamiento" que han sufrido tras su no a la moción de Mondragón
El presidente del EBB del PNV, Iñigo Urkullu, pondrá en marcha, de inmediato, "los mecanismos" para presentar en las instituciones vascas en las que esté representada ANV mociones pidiendo la dimisión de sus cargos, después de que la formación abertzale se haya negado a condenar el último comunicado de ETA de "amenaza generalizada". Además, aseguró que no ha habido "nunca" una decisión del EBB contra la moción de censura de Arrasate y denunció "el linchamiento" al que ha sido sometido su partido por "la proximidad de las elecciones autonómicas".
En una entrevista, Urkullu consideró que el presidente del Gobierno en funciones "no quiere sus votos", y mostró su esperanza en que se sienten bases de la normalización, aunque no sea posible antes de la investidura. No obstante, precisó que su partido no admitirá "dilaciones" y advirtió de que, si se comprueba "el inmovilismo" del Ejecutivo del PSOE, el PNV "no se quedará quieto" y liderará con Ibarretxe la iniciativa de la normalización.
El dirigente del PNV señaló que, tras la negativa de los representantes de ANV a rechazar el último comunicado de ETA, su formación promoverá iniciativas en las instituciones contra sus representantes.
En este sentido, precisó que su planteamiento es progresivo para "poner la pelota en el tejado de ANV", y reiteró que comenzará con mociones pidiendo la dimisión de sus cargos y, tal como afirmó el pasado miércoles el EBB en un comunicado, en caso de que resulte "infructuoso", estará dispuesto al encuentro con el resto de partidos para impulsar "las iniciativas institucionales necesarias", sin excluir "la reprobación política o la moción de censura".
Tras destacar que el PNV "es radical en sus principios éticos" y asegurar que no rechaza una moción de censura en Arrasate, instó a realizar "una reflexión en profundidad sobre los pasos a dar" también en otros municipios para asegurar su gobernabilidad y propuso "un planteamiento gradual".
El líder del PNV aseveró que "no ha existido nunca una decisión" del EBB de oponerse a la iniciativa contra la alcaldesa de ANV, Inocencia Galparsoro, y advirtió de que "la utilización" del caso de Arrasate puede abrir "una brecha" entre partidos "que redunde en la convivencia política".
Asimismo, instó a realizar "una lectura serena y muy profunda sobre todo lo que se está trasladando estos días a la opinión pública" en torno a la moción de Arrasate. A su juicio, es necesario gestionar de forma "inteligente" esta cuestión, junto con el comunicado de ETA, en el que la banda "amenaza al universo".
"Tras el comunicado de ETA, vemos que, para casi toda la gente, incluso para Zapatero, todo se reduce a Arrasate, y a nosotros nos preocupa lo de Arrasate, pero nos preocupa muchísimo la situación que se pueda generar de una gestión poco inteligente de este tipo de situaciones, que obvie la amenaza generalizada de ETA", subrayó.
A su juicio, esto "va mucho más allá" de la iniciativa planteada en la localidad guipuzcoana y lamentó que, tanto Zapatero como el secretario general del PSE-EE, Patxi López, "estén haciendo referencia única y exclusivamente" a este caso.
Negociaciones con el futuro gobierno
Tras señalar que no tiene "ningún problema en hacer autocrítica" en torno a la postura de su partido sobre esta iniciativa, dijo que no entrará "en conceptos de rectificación". "He hecho autocrítica diciendo que tampoco nosotros lo hemos gestionado bien. Lo que me duele profundamente es el linchamiento al que se está sometiendo al PNV por una manipulación de su actitud en el caso de Arrasate, con un objetivo clarísimo por parte de algunos de buscar réditos electorales en el corto plazo", señaló en referencia a los comicios autonómicos.
Según reprochó, su formación está "sufriendo una avalancha, un alud por parte de los partidos políticos, de tertulianos, de comentaristas o de editorialistas", y se mostró "dolido porque se ponga en cuestión, incluso la condición democrática y los principios éticos del PNV en relación a la violencia y al terrorismo".
"No podemos jugar al 'bote pronto' de lo que sale de las vísceras, sin tener claras las consecuencias de esos pasos en aras a la gobernabilidad de las instituciones y, sobre todo, de aquellas como es el caso de los municipios, donde hay una convivencia diaria a flor de piel. Hay que presentar una moción constructiva, con una alternativa de Gobierno", preguntó.
Iñigo Urkullu aseguró que las iniciativas que ha planteado su partido contra ANV no se deben a "presiones del PSOE". Además, emplazó al secretario de Organización del PSOE, José Blanco, a que "no tire la piedra y esconda la mano" al asegurar que el PNV se comprometió a respaldar la moción de Arrasate, y le instó a que "diga quién, en qué momento y en qué foro se asumió ese compromiso".
"Nosotros tenemos nuestro propio posicionamiento ante el asesinato de Isaías Carrasco, que es firme, contundente, de condena absoluta, de reprobación, y eso tiene que tener su traslación en Arrasate, pero también tiene que tener una traslación en la convivencia política entre los partidos", añadió.
Asimismo, expresó su preocupación porque "alguien pretenda hacer" de este caso "una causa de división entre los partidos" y recordó que el PNV "ha ofrecido, tras el comunicado de ETA, su disposición al encuentro con los partidos para saber cómo abordar esta cuestión".