El FMI aprueba la venta de 403 toneladas de oro para sanear su déficit
- El organismo tiene una deuda de más de 400 millones de dólares.
- También se ha aprobado la reducción de 380 puestos de trabajo.
El Consejo Ejecutivo del Fondo Monetario Internacional (FMI) ha dado el visto bueno a la venta de 403,3 toneladas del oro que atesora el organismo para sanear su déficit fiscal, así como al recorte de 380 puestos de trabajo.
"Hemos acordado reemplazar un modelo de ingresos obsoleto e inviable con un modelo moderno y más predecible en consonancia con otras instituciones financieras internacionales", ha explicado el director gerente de FMI, Dominique Strauss-Kahn, tras la reunión.
La institución estima que ganará unos 11.000 millones de dólares con la venta de los lingotes, con los que creará un fondo de inversión, ha comentado un alto funcionario del organismo.
Eliminar el déficit
Con esa operación, junto a reducciones de gasto, la disminución de la plantilla y otras medidas, el Fondo cree que eliminará el déficit de 400 millones de dólares que de otro modo registraría en 2010. Así, su presupuesto se reducirá en 100 millones de dólares anuales hasta 2011, hasta quedarse en unos 800 millones de dólares al año.
El organismo está en números rojos porque se ha quedado prácticamente sin clientes, ya que la mayoría de los países en desarrollo prefiere pedir prestado en los mercados de capitales a solicitar los préstamos con las condiciones que la institución extiende.
EE.UU. decide
La venta del oro requiere el apoyo del 85% del voto en el Consejo Ejecutivo, por lo que Estados Unidos, con casi un 17%, tiene en la práctica el derecho de veto. El Gobierno de George W. Bush respalda la medida, pero debe obtener la aprobación del Congreso, porque el oro fue aportado por Estados Unidos y el resto de países miembros.
El Fondo es el tercer mayor poseedor del metal noble del mundo, con 3.217 toneladas en sus cofres. Si la Estados Unidos no pone problemas, el FMI venderá el oro de forma gradual en los próximos años, en coordinación con los bancos centrales para evitar "trastornos en el mercado", según el funcionario del organismo.