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El preso que estuvo en la cárcel por error considera insuficiente la indemnización

  • José Campoy es partidario de recurrir la sentencia que le indemniza
  • La jueza condenada, Adelina Entrena, la recurrirá por considerarla "descompensada"
  • El abogado de la magistrada la considera "un chivo expiatorio" por el 'caso Mari Luz'
  • El ex presidiario estuvo 455 días en prisión por un error de la jueza tras ser absuelto
  • Si la sentencia es firme, el Estado tendrá que responsabilizarse subsidiariamente

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José Campoy, encarcelado un año por error, atiende a los medios
José Campoy, encarcelado un año por error, atiende a los medios

El preso que pasó más de un año en la cárcel por un delito del que ya había sido absuelto, José Campoy, ve "insuficiente, por todo lo que le ha pasado en la cárcel", la indemnización de 103.000 euros que deberá pagarle la magistrada responsable del error,  la jueza de Motril Adelina Entrena. Esta cantidad ha sido estipulada en una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Andalucia (TSJA) conocida en la mañana del miércoles.

El ex reo es partidario de recurrir la sentencia del TSJA que condena a Entrena y ha dicho que con el dinero que finalmente obtenga pretende "arreglarse la boca, comprarse una moto y ayudar a sus padres, que han pasado muchos apuros por él".

Su abogado, Marcos García-Montes, que ejerció la acusación particular, entiende que se ha hecho justicia aunque tampoco descarta recurrir la sentencia, una vez la haya estudiado en profundidad.

Un error parecido al del 'caso Mari Luz'

Pese a que reclamaban más de 300.000 euros, considera que la resolución ha tenido en cuenta los daños sufridos por Campoy en el tiempo que estuvo encerrado, aunque apunta que no se trata sólo de indemnizar a una persona que ha sufrido graves secuelas.

García Montes ha comentado que este caso y el de Mari Luz Cortés pueden marcar "un antes y después en la Justicia Española", por lo que también ha pedido "mayores recursos económicos a la Administración".

El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) ha condenado a la jueza Entrena a la pena de un año de suspensión de sus funciones judiciales y a que indemnice con 103.000 euros a Campoy.

La jueza recurrirá por ser "descompensada"

La jueza, expulsada ya de la carrera judicial por el Consejo General del Poder Judicial, ha anunciado que recurrirá la sentencia por considerarla "completamente descompensada".

Según la sentencia del alto tribunal andaluz, la que fuera titular del Juzgado de lo Penal número 1 de Motril (Granada) es autora de un delito contra la libertad individual de las personas cometido por funcionario público, mediando imprudencia grave, sin concurrencias modificativas de su responsabilidad criminal.

La jueza ha sido además condenada al pago de las costas procesales, incluidas las de la acusación particular, precisa la resolución del TSJA, que decreta la responsabilidad con carácter subsidiario del Estado por los perjuicios causados al preso José Campoy.

El abogado de la magistrada ha criticado que Entrena se haya convertido en una especie de "chivo expiatorio" o "cabeza de turco" respecto al actual debate social y mediático existente sobre la actuación de la Justicia a raíz del caso de Mari Luz Cortés.

Graves secuelas del ex presidiario

En caso de que la sentencia se convierta en firme, la jueza se ha declarado insolvente, por lo que podría ser el Estado el que debiera hacer frente a la indemnización como responsable subsidiario de los perjuicios causados al preso.

Según señala esta sentencia, Campoy estuvo indebidamente privado de libertad, por la "desatención" de la jueza respecto a sus obligaciones, 455 días. El ex preso sufre "graves e importantes secuelas" derivadas en parte por la "incomprensión, impotencia y desesperanza" de verse privado de libertad pese al dictado de una sentencia absolutoria.

Campoy, que ha sido politoxicómano, sufre "importante deterioro orgánico derivado de su adicción al consumo de estupefacientes y  padece en la actualidad un "complejo y severo trastorno adaptativo" en el que se reconoce como estrés psicosocial importante y prolongado, consecuencia de su estancia en prisión.