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José Luis Rodríguez Zapatero, un hombre "más contento que hace cuatro años"

Es el quinto presidente del Gobierno y el segundo socialista desde la Transición

Vallisoletano de nacimiento pero leonés hasta la médula, se define como "demócrata social"

Es el primer jefe del Ejecutivo que sólo recibe el respaldo de la mayoría simple del Congreso

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Fue en su momento el diputado más joven del Congreso. Dieciocho años más tarde se convirtió en el primer presidente del Gobierno que conseguía llegar a La Moncloa en las primeras elecciones a las que concurría y ahora se ha convertido en el primer jefe del Ejecutivo elegido por mayoría simple desde la Transición.

José Luis Rodríguez Zapatero ha sido investido como presidente del Gobierno por segunda vez con los únicos votos a favor del PSOE en una segunda votación después de que no consiguiera la mayoría absoluta.

Ahora encara su segundo mandato con la mano tendida al PP para llegar a cuatro grandes pactos de Estado sobre terrorismo, política exterior, justicia y financiación autonómica. Y lo hace sin compañeros de viaje, sin el apoyo de otros grupos de la oposición, "con las manos libres" pero dispuesto a alcanzar acuerdos puntuales con los otros partidos.

De ZP a "Con Z de Zapatero"

Entre estos dos eslóganes han transcurrido cuatro años. Cuatro años de legislatura socialista, repletos de encontronazos políticos y de un clima, insostenible por momentos, que Zapatero ha compaginado con sus leyes sociales.

Vallisoletano de nacimiento pero leonés por los cuatro costados, José Luis Rodríguez Zapatero, el quinto presidente del Gobierno desde la Transición, volvió a ganar las Elecciones Generales del 9 de marzo de 2008, con más de once millones de votos y 169 diputados.

Los ciudadanos le han vuelto a dar la confianza tras una legislatura caracterizada por el impulso de las medidas sociales, como la Ley de Dependencia o la legalización del matrimonio homosexual, y marcada por las negociaciones con la banda terrorista ETA.

Secretario general del partido socialista desde el fracaso de Joaquín Almunia en las elecciones de 2000, aquellas que José María Aznar ganó por mayoría absoluta, Zapatero accedió a la primera división de la política nacional en 1986.

Con 26 años, se convirtió en el diputado más joven del Congreso de los Diputados. Cuatro años más tarde, el salto se produjo en su vida personal. Zapatero contraía matrimonio con Sonsoles Espinosa, su actual esposa y madre de sus dos hijas.

Un "demócrata social"

Zapatero, protagonista de la "oposición tranquila" durante la última legislatura de Aznar, se define a sí mismo como un "demócrata social" y "un obseso de la paz". Criticado por sus contrincantes por su supuesta pasividad e inexperiencia, accedió a la presidencia del Gobierno en 2004.

La retirada de las tropas de Irak, en abril de 2004, fue la primera medida tomada por el nuevo presidente. Una vez consumada su primera promesa y con las nuevas leyes sociales en marcha, Zapatero encontró en ETA su principal bache político.

Criticado hasta la saciedad por el PP tras las conversaciones con la banda terrorista, el presidente del Gobierno vio como, de nuevo, el terrorismo azotaba nuestro país.

Las leyes de la discordia

Zapatero se encontró con una pared en forma de principal partido de la oposición cuando intentaba negociar nuevas leyes.

Una de las más discutidas, la de Memoria Histórica, pretendía hacer justicia con los damnificados por la Guerra Civil. Entre ellos, el ilustre abuelo del presidente, un militar republicano que murió fusilado y que marcó para siempre la vena política de Zapatero.

Aunque también ha habido otros puntos conflictivos de la legislatura como el debate sobre la reforma de la Constitución o la irregular política de vivienda. El precio de los pisos sube menos ahora que hace cuatro años, pero no han cesado los casos de corrupción, como los de Andratx en Mallorca o Fabra en Castellón y la polémica de los "minipisos" de la ministra Maria Antonia Trujillo, que fue sustituida por Carme Chacón y sus ayudas al alquiler.

Durante los últimos meses de la legislatura, la desaceleración de la económica con una subida incesante de los precios en los alimentos básicos ha sido el principal escollo del Gobierno.

Aunque quizá, el mayor obstáculo haya sido la falta del consenso entre las fuerzas políticas. Algo que hace cuatro años, el por entonces ZP, el candidato del talante, se impuso como objetivo primordial.