Irán atribuye a causas fortuitas la explosión en una mezquita chíi

Las autoridades iraníes han elevado a 11 muertos y 191 heridos las víctimas de la explosión del sábado en una mezquita del sur del país, que han atribuido a la detonación de munición abandonada en un almacén colindante.

"Los primeros resultados de la investigación indican que no se trata de un atentado", ha declarado el general Ali Moyedi, jefe de la policía de la provincia de Fars, en cuya capital, Shiraz, ocurrió la explosión.

Según el responsable, en el lugar se organizó hace tiempo una exposición de armas y munición. "Es posible que la causa sea la negligencia de los responsables de esa muestra, que han abandonado material militar en el sitio", ha explicado.

La agencia Fars, próxima al Gobierno iraní, había hablado en prinicipio de una bomba.

La explosión tuvo lugar en la mezquita chií de Sayed Al Shuhada (Señor de los mártires), donde centenares de iraníes se congregaron para escuchar al ayatolá Anjavinejad.

Su discurso incluía fuertes críticas a los wahabitas (suníes extremistas), y a otra minoría religiosa prohibida en Irán.