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Mueren dos soldados británicos de la OTAN en una explosión en el sur de Afganistán

  • En el ataque cerca de la base aérea de Kandahar han resultado heridos dos soldados más
  • Once policías han muerto también en otro ataque de los talibanes en esta conflictiva zona

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Dos soldados británicos de la OTAN han muerto y otros dos han resultado heridos en una explosión en Afganistán. Según ha informado la Alianza Atlántica en un comunicado, el ataque ha tenido lugar en el conflictivo sur del país.

La explosión se produjo el domingo y en un principio se desconocía la nacionalidad porque la OTAN no informa sobre ello hasta que no contacta con el Gobierno del país y con las familias.

Ha sido el ministerio británico de Defensa el que ha comunicado, según recoge France Press, que los soldados muertos son de su país. Los militares estaban realizando una patrulla rutinaria a dos kilómetros al oeste de la base aérea de Kandahar cuando han sido atacados", según ha precisado el ministerio en un comunicado.

"Los cuatro soldados fueron evacuados al hospital de campaña de la base aérea, pero dos fallecieron por las heridas". Los otros dos heridos no corren peligro.

El portavoz de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF), bajo mando de la OTAN, Carlos Branco, ha trasladado su "más sincero pésame para los familiares y los seres queridos de los soldados que murieron en este trágico incidente".

La ISAF cuenta también con militares españoles en la región de Herat, al oeste de Afganistán.

Mueren once policías afganos

La zona de Kandahar, al sur de Afganistán es una de las más conflictivas del país, con constantes combates entre las fuerzas internacionales y afganas y la insurgencia talibán.

De hecho, al menos once policías afganos han muerto este lunes después de que los talibanes atacaran su puesto de vigilancia.

Las fuerzas de seguridad afganas han abierto una investigación para esclarecer lo sucedido y han efectuado algunas detenciones.

El portavoz talibán, Qari Yusef Ahmadi, ha atribuido a la insurgencia talibán la autoría del ataque y elevó a quince el número de víctimas mortales.

El año 2007 fue el más sangriento en Afganistán desde el derrocamiento del régimen de los talibanes en 2001, con unos 6.300 muertos por la violencia.