Detenidas 11 personas por la muerte del niño asesinado a tiros en Liverpool

• Rhys Jones, de 11 años, fue tiroteado cuando regresaba de jugar al fútbol
• Cuatro varones de 16, 17, 24 y 25 han sido arrestados en relación con los hechos
• Otras siete personas han sido detenidas por entorpecer las investigaciones

Ramos de flores en el lugar donde Rhys Jones fue tiroteado en Liverpool.

La Policía ha detenido en Liverpool a 11 personas relacionadas con el asesinato de Rhys Jones, el niño de 11 años que fue tiroteado el pasado mes de agosto cuando volvía a casa después de entrenar.

Entre los arrestados se encuentran dos adolescentes varones de 16 y 17 años y dos hombres de 24 y 25, que han sido capturados en una redada realizada de madrugada en los alrededores de Croxteth, donde ocurrieron los hechos.

Jones fue tiroteado en Croxteth cuando regresaba de un entrenamiento de fútbol el pasado 22 de agosto. Su muerte avivó el debate nacional sobre el aumento de los crímenes juveniles y las pandillas violentas.

Detenidos por entorpecer la justicia

Por entorpecer el trabajo de la Justicia hay siete detenidos más, aunque en algunos casos los arrestados son sospechos de haber cometido más delitos.

La Policía ha informado de la detención de otro chico de 16 años por ser sospechoso de encubrimiento y por haber intentado entorpecer el trabajo de la Justicia. El detenido tenía también un arma de fuego. Con los mismos cargos de encubrimiento y entorpecimiento de la investigación, se ha arrestado a otro hombre de 49 años y otro chico de 15.

Por entorpecer el trabajo judicial hay otros cuatro detenidos: tres mujeres de 21, 50 y 54 años y un hombre de 22.

"Todos han sido arrestados en la zona de Croxteth y han sido llevados a la comisaria de Merseyside, donde serán interrogados por detectives", ha explicado la Policía.

Los agentes han detenido a varias personas durante la investigación, pero ninguno de los arrestos terminó con la imputación de ningún delito.

La arma fue encontrada en febrero

La Policía encontró la presunta arma con la que se había cometido el crimen el pasado mes de febrero.

El primer ministro, Gordon Brown, describió los hechos de agosto como "un crimen atroz que impacta a todo el país".

Los padres del asesinado Rhys Jones comentaron entonces que sus vidas se habían convertido en una "pesadilla".