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Seis colegios visitaron la central nuclear de Ascó tras la fuga radiactiva

  • La central recomienda a las escuelas revisiones médicas para los alumnos
  • Un grupo de niños de Girona estuvo en la central antes de conocerse el incidente
  • El Consejo de Seguridad Nuclear ha abierto un expediente para investigar el suceso

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Seis centros escolares visitaron la central de nuclear de Ascó I, en Tarragona, después de la fuga radiactiva que se produjo el pasado 28 de noviembre, según ha reconocido un portavoz de la central.

No obstante, la central asegura que la zona de visitas se encuentra "muy lejos" de la producción considerada zona de riesgo, por lo que la afectación que hayan podido sufrir estos menores "es cero", según el mismo portavoz.

De todos modos, la central ha propuesto a los centros escolares la posibilidad de someter a los alumnos que visitaron Ascó I a una revisión médica.El director del Colegio Maristas de Girona, uno de los que visitaron las instalaciones, ha solicitado revisiones radiológicas para 44 de sus alumnos. Los estudiantes visitaron el pasado mes de abril la central sin tener ningún conocimiento de la fuga radiactiva.

El director del centro, Robert Serra, ha afirmado haberse enterado por la prensa del incidente y ha "lamentado que se les dejara entrar, que se siguieran permitiendo las visitas de escolares teniendo conocimientos del suceso desde noviembre".

El pasado 4 de abril, 44 alumnos de 4º de ESO tres profesores del Colegio Maristas de Girona realizaron una visita a la nuclear, como ya habían hecho el centro escolar en cursos anteriores con otros alumnos. Al día siguiente, la organización ecologista Greenpeace denunció que en noviembre de 2007 la central había sufrido un vertido de material radiactivo en áreas exteriores de la nuclear.

Sin indicios de radiación hasta el momento

Desde el colegio se ha pedido a la central si pueden pasar las pruebas los escolares, cuándo puede realizarse y si se pueden hacer en Girona o deben desplazarse. El centro da por supuesto que nadie se opondrá a que los escolares pasen la revisión, ya que para verificar la situación la empresa propietaria de Ascó realiza mediciones de radiactividad a todas las personas que han pasado por ASCÓ desde el 28 de noviembre, entre 700 y 800 en total.

Hasta la fecha, según el CSN, se han realizado mediciones a 579 personas sin encontrar en ningún caso indicios de incorporación de material radiactivo. La organización ecologista Greenpeace ha sido quien ha dado la voz de alarma sobre el hecho de que se siguieran permitiendo las visitas de escolares a la central, una vez se había producido la fuga radiactiva.

"Esta circunstancia, además de constituir una grave negligencia por parte de los titulares de la central, hizo que se expusiera a estos menores a un riesgo radiológico innecesario e indebido, teniendo en cuenta que no puede descartarse la existencia de niveles de radiación en el emplazamiento de la central que dieran lugar a dosis por encima de los Límites de Incorporación Anuales para el tramo de edad de los citados alumnos", señala la organización.

Por esta razón, Greenpeace ha formulado más de 50 preguntas al Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) en relación con el vertido de radioactividad que se produjo en noviembre de 2007, a las que, según indica, "tendrá que responder en el plazo máximo de un mes".

El Consejo de Seguridad Nuclear elevó el nivel de importancia del accidente ocurrido en Ascó hasta situarlo en el nivel 2 en la escala internacional, lo que le otorga categoría de incidente. El organismo nuclear ha abierto una investigación contra la central y ha cursado la orden de someter a análisis radiológicos a las más de 800 personas que durante estos meses han pisado las instalaciones de la empresa.

Además,  Greenpeace ha exigido la paralización cautelar de las dos centrales, Ascó y Vandellós, justificando su petición en que "en los últimos tres años han registrado graves niveles de accidentes nucleares". El responsable de la Campaña de Energía de la organización ecologista, Carlos Bravo, ha insistido "ambas centrales superan más del 50% de los sucesos notificables de seguridad que ocurren en el parque nuclear español".

Desde la central restan importancia al incidente

Por su parte, la Asociación Nuclear Ascó-Vandellòs II, titular de la central nuclear Ascó I (Tarragona), ha reiterado la "baja significación radiológica" de las partículas localizadas en el exterior de la planta, aunque no ha entrado a valorar el anuncio del Consejo de Seguridad Nacional de recalificar el suceso ocurrido en noviembre hasta elevarlo al nivel 2 -incidente-.

En un comunicado, la ANAV ha apuntado que los datos obtenidos del análisis de las partículas localizadas y retiradas "confirman que la emisión es de baja significación radiológica y no afecta ni a la salud de las personas ni al medioambiente".

Aunque los nuevos datos apuntan que el impacto radiológico sobre la población y sobre los trabajadores de la central nuclear sigue estando por debajo de los límites legales, la empresa realizará mediciones de radiactividad a todas las personas que han pasado por el emplazamiento desde el pasado 28 de noviembre, cantidad que cifran entre 700 y 800 personas.