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El Papa reconoce ante 45.000 fieles el "dolor y el daño causado" por los curas pederastas en EE.UU.

  • Hace un llamamiento a la reconciliación a la comunidad católica estadounidense
  • Elogia la "vitalidad" de los fieles en lengua española que hay en el país
  • Ha celebrado una misa multitudinaria en el estadio de béisbol de Washington

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El Papa prepara su misa en el Estadio Nacional de béisbol en EE.UU.

Reconciliación tras el "dolor y daño causado" por el escándalo de pederastia por parte de sacerdotes católicos. Ése ha sido el mensaje que ha lanzado el papa Benedicto XVI a los 45.000 fieles que ha reunido en una misa multitudinaria celebrada en el estadio del equipo de beísbol de Washington.

Benedicto XVI les ha invitado "a promover la recuperación y la reconciliación para ayudar a los que han sido dañados", así como a que "estimen a sus sacerdotes y los reafirmen en el excelente trabajo que hacen".

"Ninguna palabra mía podrá describir el dolor y el daño producido por dicho abuso", ha exclamado el Papa tras subrayar la importancia de "prestar una cordial atención pastoral a los que han sufrido".

Además, se ha declarado consciente del "daño" que el escándalo de pederastia ha causado dentro de la comunidad de la Iglesia y ha garantizado que "se han hecho grandes esfuerzos para proteger a los niños y éstos han de continuar".

Recuerdo a los hispanos

El pontífice ha tenido un recuerdo especial para los fieles latinos que hay en el país norteamericano, a los que ha atribuido la creciente presencia del catolicismo en EE.UU.

 "La Iglesia de Estados Unidos, cogiendo en su seno a tantos de sus hijos inmigrantes, ha ido creciendo gracias también a la vitalidad del testimonio de fe de los fieles de lengua española", ha asegurado.

A ellos, el papa les ha pedido que "no se dejen vencer por el pesimismo, la inercia o los problemas" y que sean fieles a los "compromisos que adquirieron al ser bautizados".

La presencia hispana ha estado reforzada por la interpretación del Panis Angelicus a cargo del tenor español Plácido Domingo, que ha sido saludado  por el pontífice al terminar su actuación.

Acto multitudinario

De esta forma ha concluido un acto en el que ha sido aclamado por los espectadores del estadio de los Nationals como si de una estrella de béisbol se tratase.

Allí llevaban esperando desde primeras horas de la mañana decenas de miles de fieles, que han tenido que superar fuertes medidas de seguridad para acceder al estadio,  el más moderno de Estados Unidos, ya que fue inaugurado a finales de marzo por el presidente del país, George W. Bush.

En este sentido, las televisiones estadounidenses han mostrado cómo algunos fieles han pasado horas fuera del estadio, a pesar de no tener entrada, para tener la oportunidad de ver pasar a Benedicto XVI.

Se trata del acto más multitudinario del pontífice dentro de su visita a EE.UU. y llega un día después de que celebrase su cumpleaños con el presidente norteamericano haciendo una encendida defensa del ser humano y del multilateralismo diplomático.