Espinosa explica a las Comunidades Autónomas la "conducción" de agua a Barcelona
La ministra de Medio Ambiente se reúne con los consjeros autonómicos.
El objetivo es trasladar los argumentos del Gobierno sobre la medida.
La ministra de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, Elena Espinosa, se encuentra reunida con los consejeros responsables de los recursos hídricos de las 17 Comunidades Autónomas para explicar el decreto aprobado por el Gobierno para garantizar el abastecimiento de agua en la provincia de Barcelona.
El Consejo de Ministros aprobó el viernes un Decreto-Ley de medidas excepcionales y urgentes que regula la conducción de agua de Tarragona a Abrera, para abastecer a Barcelona a partir de otoño, en caso de que persista la sequía. Las obras tendrán un coste de 180 millones de euros y llevarán seis meses.
Tras las amenazas de la Comunidad Valenciana y Murcia de recurrir ante el Tribunal Constitucional lo que consideran un trasvase de agua del Ebro, Espinosa ha convocado a los consejeros autonómicos para trasladarles los argumentos del Gobierno, que habla de una mera "conducción" de agua para aliviar una situación de emergencia.
A su llegada al Ministerio de Medio Ambiente, donde se celebra el encuentro, el consejero valenciano de Medio Ambiente, Agua, Urbanismo y Vivienda, José Ramón García Antón (PP), ha criticado que la ministra les haya convocado una vez que se ha aprobado el decreto. Ha comentado además que va a reclamar para todas las comunidades autónomas el mismo trato que ha recibido Cataluña.
En la misma línea, el consejero de Medio Ambiente de Aragón, Alfredo Boné (PAR), ha señalado que confía en que todas las autonomías reciban el mismo trato. También ha lamentado Boné la tardanza en convocar el encuentro.
De la Vega defiende la medida
En este sentido, la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, ha asegurado que se trata de "la mejor solución" para afrontar la situación de emergencia que sufre Barcelona.
De la Vega ha asegurado que "esto se puede hacer sin extraer ni una gota más del caudal del Ebro", por lo que ha dicho que además de ser una solución "urgente" es "una solución sostenible". La vicepresidenta ha añadido que la obra, consistente en una tubería de un metro de diámetro, "no produce efectos medioambientales, porque se aprovecha el trazado de la autovía AP-7".
Además, ha recalcado que se trata de una medida excepcional y ha querido dejar claro que la conducción "sólo se usará hasta que entre en servicio la desaladora del Prat hasta que llueva lo suficiente".