Las víctimas de pederastia se sintieron "comprendidas" en su encuentro con el Papa
- Tres de las víctimas presentes en el encuentro cuentan cómo discurrió
- Benedicto estuvo "emotivo y franco" en una reunión "llena de esperanza"
- Es la primera visita de un Papa a EE.UU. desde que saltó el escándalo en 2002
La visita del Papa a Estados Unidos está permitiendo cerrar algunas heridas surgidas a raíz del escándalo por pederastia que implicó a varios curas de la Iglesia católica estadounidense en 2002.
Tres de las cinco víctimas que se reunieron inesperadamente con Benedicto XVI este jueves han descrito el encuentro como "franco, emocional y lleno de esperanza", en una entrevista concedida a la cadensa de televisión estadonidense CNN.
Estas tres personas formaron parte del grupo de cinco víctimas que compartieron un encuentro de media hora con el Sumo Pontífice, quien quiso conocer de primera mano el drama por el que tuvieron que pasar en su infancia, cuando fueron agredidos sexualmente por clérigos pedófilos de la Iglesia católica.
"Es un cancer dentro de la Iglesia y usted tiene algo que hacer al respecto", ha confesado que le dijo al Papa Bernie McDaid, quien salió satisfecho de la reunión y reconoció haber llorado al escuchar las disculpas del Papa por el sufrimiento causado.
Algunos de las víctimas han dicho tras el encuentro que no pudieron aguantar las lágrimas al ver al Papa frente a ellos y difícilmente pudieron articular palabra.
"Nos dio la sensación de que entendía perfectamente por lo que habíamos pasado", comentó otra de las personas asistentes a la reunión.
Todas ellas coincidieron en señalar que salieron de la reunión convencidas de que "a partir de ahora había esperanza de que los problemas sí iban a ser tratados".
Benedicto XVI se reunió, por sorpresa, en la capilla de la nunciatura de Washington con un grupo de víctimas que sufrió los abusos sexuales de sacerdotes pederastas en este país.
Las cinco víctimas presentes en el encuentro procedían de Boston, y la reunión fue preparada por el cardenal-arzobispo de esa ciudad, Sean P.O'Malley.
Tras la reunión, el Vaticano se aprensuró a lanzar un comunicado en el que precisaba que el Papa les había "escuchado y les había ofrecido palabras de ánimo y esperanza". Además, les aseguró "oraciones por sus intenciones, por la de sus familiares y por las de todas las víctimas de abusos sexuales".
El hecho de que las víctimas que se han reunido con el Papa sean de Boston es especialmente significativo porque esa ciudad fue el epicentro del escándalo de abusos sexuales por parte de clérigos católicos.